Competencia dice que el Sabadell no es «insustituible» en pymes y que su lugar lo pueden ocupar otros bancos

Competencia ha hecho público su informe de casi 190 páginas. La operación fue aprobada el pasado 30 de abril de manera unánime en el consejo de la CNMC tras aceptar este los compromisos de BBVA para salvar los problemas de competencia detectados. Pero hasta ahora se desconocía el detalle de lo que se trató en el examen de la operación.

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Sabadell llevaba meses presionando a la CNMC en contra de la operación principalmente con un argumento: que las pymes necesitan una media de cuatro relaciones bancarias y que reducir eso a tres con la opa supondría un grave problema para el mercado de financiación a pequeñas y medianas empresas, especialmente en Cataluña y otras regiones.

El banco catalán alegó ante la institución que las pymes necesitan entre tres y cinco bancos para cubrir sus necesidades financieras, mientras que BBVA señalaba que la mayoría de ellas solo cuentan con una o dos entidades. «Esta divergencia en los datos deriva, en parte, de las fuentes que han empleado los dos bancos para obtener sus cifras», recoge el informe.

En este sentido, Sabadell fue al choque ante Competencia al considerar que los datos aportados por el opante «no son fiables» por las bases de datos que usaba. Sin embargo, la CNMC concluye que esas críticas «no pueden aceptarse». «La divergencia en los datos sobre el número de entidades de crédito con las que se relacionan las pymes no deriva solo de las fuentes empleadas, sino que surge también porque Sabadell incluye sistemáticamente empresas con facturación de más de 50 millones de euros en sus cálculos, lo que no es correcto, ya que estas empresas no se consideran pymes», añade el documento, en un claro tirón de orejas a la entidad catalana.

En el informe, Competencia destaca, para negar un grave impacto en forma de reducción del crédito a pymes, que el Sabadell «está perdiendo cuota de mercado y que los operadores medianos y pequeños están incrementando su presencia en el mercado. En conclusión, no se puede considerar que la entidad adquirida sea un operador fundamental e insustituible en estos mercados regionales, ni puede aceptarse que los operadores medianos y pequeños supongan una presión competitiva limitada».

Los argumentos para rechazar un gran impacto en la reducción del crédito a pymes son varios. En primer lugar, Competencia destaca que «las entidades medianas y pequeñas, incluyendo a Unicaja y Bankinter, tienen una cuota de mercado conjunta de 40-50%, por lo que no se puede aceptar que supongan una presión competitiva limitada en el mercado». Esto viene a decir que otros competidores son capaces de ocupar el lugar que dejaría el Sabadell.

Asimismo, con los datos de los que se sirve la CNMC, esta sostiene que la cuota del Sabadell a nivel nacional «es la que más se reduce, lo que muestra que su relevancia en el mercado está disminuyendo», en concreto entre 2021 y 2023. En este sentido, apunta que su cuota no es muy superior a la de Bankinter y que otros han aumentado cuota estos años.

«Estos datos permiten descartar que el mercado nacional vaya a pasar de 4 a 3 operadores, como ha señalado Sabadell en sus alegaciones e informes, y hace necesario relativizar sus alegaciones sobre el alto nivel de concentración del mercado», dice. Y reprocha al banco opado, además, que aunque considera que hay que analizar el impacto con más detalle a nivel geográfico, muchas de las afirmaciones que hace el propio Sabadell se basan en análisis a nivel nacional.

La CNMC, así, también ha examinado la situación por autonomías y provincias. «En Cataluña, la comunidad autónoma más afectada por la operación, Sabadell ha perdido 0-5 puntos porcentuales de su cuota de mercado desde el año 2021. Esta evolución junto con la presencia de operadores de mayor tamaño hace que no se pueda aceptar que se trata de un operador insustituible en el mercado de crédito a pymes, tampoco en esa comunidad autónoma», señala. Además, destaca que aunque otros operadores medianos y pequeños tienen una cuota relativamente reducida, cada vez incrementan más su peso en el mercado en esa región.

«Se extraen conclusiones similares en las comunidades en las que, según las cuotas de mercado, la operación tendría un mayor impacto, que son las que Sabadell menciona en sus alegaciones: Asturias, Baleares y Comunidad Valenciana», concluye Competencia.

«Aunque la entidad adquirida tiene, indudablemente, un papel relevante en el ámbito de pymes y así lo reflejan las respuestas obtenidas en el test de mercado, no deja de ser igualmente cierto que el resto de las entidades de crédito medianas y pequeñas son una fuente de financiación viable y relevante para las pymes en las distintas CC.AA. analizadas y, por tanto, deben ser consideradas una alternativa actual, no solo potencial», comenta la CNMC respecto a otros competidores.

Por todo ello, Competencia considera que «el impacto de la concentración sería muy limitado salvo en algunas áreas geográficas concretas, puesto que, por el lado de la demanda, la mayoría de las empresas del mercado (96,7%) emplean entre una y dos entidades bancarias para sus necesidades de financiación; por el lado de la oferta, no puede aceptarse el carácter insustituible de Sabadell ni que BBVA sea su competidor más cercano, ni puede aceptarse la alegada irrelevancia de los terceros operadores en el mercado de crédito a pymes, puesto que existen numerosos operadores medianos y pequeños que ya compiten en el mercado de crédito a pymes y que conjuntamente representan una cuota relevante y creciente en todas las regiones españolas, también en las más afectadas por la concentración».

Con todo, la institución de Cani Fernández sí que reconoce que el mercado de crédito a pymes presenta rigideces, en el sentido de que no es tan sencillo que una empresa cambie de banco, aunque los costes de cambio no sean elevados. «Se trata de un mercado en el que existe un problema de información asimétrica, donde una entidad de crédito que establece una nueva relación con una pyme debe disponer de datos y conocimiento del cliente para poder ajustar adecuadamente el contrato de crédito al riesgo de solvencia que presenta. Por lo tanto, es necesario que transcurra cierto tiempo para que pueda establecerse una relación de confianza entre banco y cliente que representa una ventaja para el actual proveedor de crédito y, por lo tanto, se trata de una característica que tiene un impacto en el nivel de competencia en este mercado», esgrime el informe.

Por esta razón la CNMC destaca que «se aprecia un riesgo limitado de que la entidad resultante pudiera reducir el volumen de crédito a pymes en algunas áreas geográficas concretas», pero en ningún caso lo considera grave ni insalvable. Y que, de toda formas, el riesgo estaría «limitado en el tiempo».

En el informe también se recogen una serie de eficiencias que enumera BBVA que se producirían como consecuencia de la absorción del Sabadell. Eficiencias económicas para el grupo y también en términos de mejora del servicio para los consumidores. En este caso, la CNMC cuestiona esos planteamientos.

Sobre la posibilidad de ofrecer servicios más innovadores y beneficiarse de las capacidades de BBVA, Competencia destaca que «no resulta cuantificable ni verificable la posible traslación de beneficios a los consumidores». Asimismo, la institución cuestiona «la complementariedad que pueda generarse como consecuencia de la operación (además de que no se ha cuantificado el beneficio concreto que se trasladaría al consumidor)».

Respecto a las sinergias de costes planteadas, la CNMC no duda de los cálculos, como sí ha hecho el Sabadell, pero recalca que «es cierto que el origen de dichas eficiencias podría haberse justificado y cuantificado con mayor detalle, especialmente en cuanto a la forma en que se trasladarían a los consumidores». Relacionado con todo ello, sostiene que no es posible concluir que las eficiencias mencionadas «vayan a ser capaces de compensar por sí solas los problemas generados por la concentración en las localidades o códigos postales más afectados».

Para salvar los problemas de competencia identificados, la CNMC aceptó los compromisos pactados con BBVA. No solo en cuanto al crédito a pymes, sino también en cuanto a las condiciones comerciales a clientes, exclusión financiera o negocio de TPV.

«La CNMC considera que los compromisos que ha presentado BBVA son adecuados, suficientes y proporcionados para solucionar los problemas que esta concentración supone para la competencia en los mercados afectados», dijo ya el 30 de abril la institución. Competencia concluye que «la operación supone una amenaza para la competencia efectiva en determinados ámbitos del mercado de banca minorista y de servicios de pagos», pero que se salvan con los compromisos ofrecidos por BBVA.

Asimismo, la organización defiende haber aprobado la operación con compromisos y no con condiciones impuestas ya que «al haber sido ofrecidos de manera voluntaria, se facilita su ejecución y vigilancia». Y recoge que su preferencia siempre está orientada a que sean «de carácter temporal ya que, en otro caso, serían medidas regulatorias indefinidas que la CNMC no está habilitada para establecer a través del mecanismo de control de concentraciones».

La institución rechaza imponer condiciones estructurales como obligar a BBVA a hacer desinversiones (vender parte del negocio de pymes, como pedía el Sabadell) ya que los problemas identificados son «puntuales y localizados». «No puede concluirse que los problemas derivados de la operación presenten un carácter indefinido y revistan una naturaleza tal que solo puedan ser resueltos mediante compromisos estructurales», añade.

Los compromisos son muy diversos, con una duración de hasta cinco años según el caso. En el supuesto más problemático, que es el de las pymes, BBVA se compromete a: «(i) Seguir manteniendo una política comercial a nivel nacional de productos y precios; (ii) no cerrar oficinas especializadas de empresas de Sabadell y (iii) no ofrecer un precio superior al medio nacional para el nuevo flujo de crédito destinado a pymes y autónomos, para cada nivel de rating y producto de financiación». En cuanto al crédito a este tipo de empresas, el banco vasco se compromete «a mantener la financiación a corto plazo (plazo inferior a un año) que las pymes y los autónomos tengan contratadas con Banco Sabadell, incluidas las destinadas a financiar las actividades de comercio exterior. Estas líneas de financiación se renovarán a su fecha de vencimiento mientras duren los compromisos. Por otro lado, BBVA se compromete a mantener el volumen de crédito a medio y largo plazo de los clientes pymes que a 30 de abril de 2025 reciban al menos el 85% de esta financiación de BBVA y/o Banco Sabadell».

Asimismo, de manera adicional, «para las comunidades autónomas en las que la cuota de la entidad resultante supera el 30% con adición de más del 10% en el segmento de crédito a pymes (Cataluña e Islas Baleares), BBVA se compromete a mantener el volumen de crédito de los clientes pymes que a 30 de abril de 2025 tengan al menos un 50% de su financiación con BBVA y/o Banco Sabadell. A estos efectos, se aplicará el criterio de financiación concedida en las oficinas de BBVA y Banco Sabadell situadas en dichas comunidades autónomas».

Sobre cajeros, el pacto es que «respecto a los acuerdos de Sabadell con la red Euro6000 y Cardtronics, en caso de finalizar los mismos, se ofrezca a sus clientes acceso a los cajeros que eran titularidad de Sabadell en las mismas condiciones previstas en dichos acuerdos. En caso de que la finalización de dichos acuerdos se produjera antes de finalizar el plazo estipulado en el compromiso (18 meses), BBVA se compromete a negociar con dichas entidades un acuerdo en los mismos términos y condiciones por el plazo restante hasta cumplir los 18 meses. BBVA también se compromete a no modificar la política actual de comisiones que Sabadell aplica a entidades con las que no tiene acuerdos de acceso a cajeros automáticos».

Sobre los servicios de pagos, BBVA se compromete a no empeorar las condiciones de los servicios de adquisición de operaciones de pago que los clientes pymes y autónomos tuvieran contratadas a 30 de abril de 2025.

Sobre clientes vulnerables, «BBVA se compromete a crear y publicitar una 'Cuenta para Clientes Vulnerables', e identificar a los clientes de ambas entidades que podrán beneficiarse de las condiciones favorables de dicha cuenta». Sobre comunicaciones a clientes, también se compromete a «publicar en su página web y comunicar a los clientes de Sabadell de los cambios de condiciones que les pudieran ser aplicables a sus productos y servicios».

En cuanto a la presencia en los territorios, el compromiso abarca: no abandonar ningún municipio «(i) en el que como consecuencia de la operación, esté presente alguna de las partes con una sola oficina competidora, incluyendo 8 municipios en los que actualmente se encuentran las partes sin ningún competidor; (ii) no exista otra oficina de la entidad resultante a menos de 300 metros de distancia; (iii) en ningún caso se cerrarán las 35 oficinas especializadas en empresas de Sabadell y mantendrá sus gestores; (iv) aquellos municipios en los que la renta per cápita de la población resulte inferior a 10.000 euros a fecha de la resolución (alrededor de 200 municipios) y (v) aquellos municipios de menos de 5.000 habitantes en los que al menos una de las partes está presente (identificados más de 150 municipios). BBVA se compromete a mantener los horarios comerciales de oficinas que disponen de servicio de caja y a ofrecer el servicio de Correos Cash gratuitamente dos veces por semana, así como a no cerrar cajeros desplazados de las partes en las localizaciones donde exista uno o ningún competidor».

Y sobre condiciones comerciales en los códigos postales más problemáticos, el compromiso es mantener las condiciones a todos sus clientes de ambas partes en aquellas zonas en donde se genere monopolio, duopolio o donde tendrá solo dos competidores; un total de 168 códigos postales. «El compromiso supone la no modificación de productos de duración definida e indefinida, salvo para ofrecer condiciones más favorables. También se compromete a mantener la gratuidad de las operaciones de ventanilla en caso de que estas hubieran sido gratuitas antes de la concentración», añade la CNMC.