La corte infinita del Gobierno de Sánchez: suma 207 altos cargos y 574 asesores más que el último gabinete Rajoy
En menos de siete años el núcleo ejecutivo de la Administración del Estado ha prácticamente duplicado el tamaño que tenía en 2017
Rajoy dirigía una estructura con 260 altos cargos y 679 asesores, mientras que al cierre de 2024, según los datos del Ministerio de Hacienda, la cifra de altos cargos se ha disparado

El último gobierno de la era Rajoy funcionó con un núcleo duro de 260 altos cargos, asistidos por un grupo de apoyo de 679 asesores, caracterizados como personal eventual de alto nivel en los datos del Ministerio de Hacienda. Apenas han pasado siete años ... desde entonces pero la fotografía que ofrece ahora la estadística oficial pareciera hablar de otra administración o de otro país diferente. La última actualización que acaba de hacer el Ministerio de Hacienda del tamaño de la estructura del Gobierno, al cierre del año 2024, revela que la cifra de altos cargos se ha disparado hasta los 467, 207 más de los que había en el último gabinete de Mariano Rajoy, y que el comando de asesores que había entonces ha devenido en batallón hasta situarse en 1.253, prácticamente el doble.
El Gobierno acostumbra a atribuir esta inflación de la cúpula directiva del Estado a la creciente complejidad de las tareas de gobierno y a los nuevos desafíos a los que se ha tenido que hacer frente en los últimos años, cuyo listado repiten como una letanía los portavoces gubernamentales empezando por la pandemia, los desafíos geoestratégicos de la guerra de Ucrania, la inteligencia artificial, la transición energética...
Hay sin embargo otra explicación menos sofisticada, que tiene que ver con los peajes propios de los gobiernos de coalición y las nuevas ramificaciones ministeriales que se han consolidado desde que en el año 2020 el PSOE comenzara a gobernar apoyado primero en Unidas Podemos y luego en la plataforma Sumar.
El peaje del gobierno de coalición
Un ejemplo. En el año 2017, las competencias de energía, turismo y agenda digital estaban concentradas en un único ministerio, que operaba con menos de una docena de altos cargos (11, en concreto) y un grupo de 25 asesores. En el Gobierno actual esas competencias están repartidas entre tres ministerios, con 45 altos cargos y otros tantos asesores.
Los datos son aún más llamativos si se compara la estructura del antiguo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que también ejercía las competencias en materia de Consumo y que operaba con 17 altos cargos y 18 asesores; con lo que ha resultado de su segregación original en cuatro ministerios, que en esta última legislatura se han quedado en tres y que al cierre del año pasado sumaban en conjunto 39 altos cargos -casi tres veces más que en 2017- y 51 asesores.
Por establecer un término de comparación, un ministerio tradicional como el de Defensa, que apenas ha experimentado cambios en cuanto a su perímetro competencial, ha incrementado su nómina de altos cargos en solo dos, de 18 a 20, mientras que el número de asesores incluso se ha reducido desde una veintena a 16.
La deriva refleja el ensanchamiento de la estructura del Gobierno que se ha producido durante la era Sánchez, en la que se ha convertido en una práctica habitual responder a los desafíos que se iban planteando por el camino con la creación de una nueva dirección general, un alto comisionado o cualquier otro ente bajo dependencia gubernamental. Así ocurrió con la pandemia, con la gestión de fondos europeos, que se tradujo en un incremento sustancial del tamaño del Ministerio de Hacienda; o con la nueva preocupación por la autonomía estratégica o la defensa, que también han dado lugar a la creación de nuevas áreas administrativas en ministerios como el de Defensa.
En 2011, unas de las primeras decisiones que adoptó el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy fue poner límite al número de asesores que podían contratar los ministerios, de modo que los gabinetes de vicepresidencia tenían derecho como máximo a nueve asesores, los de los ministros, a cinco; y los de los secretarios de estado, a tres. Esa regla y la necesidad de reducir los gastos de funcionamiento del Estado mantuvieron a raya el número de asesores al menos hasta 2019.
El advenimiento del gobierno de coalición y de los 22 ministerios en 2020 multiplicó la nómina de altos cargos del Estado y como consecuencia casi inevitable la de asesores, que desde entonces ha venido marcando nuevas plusmarcas año tras año.
La factura del Gobierno
El estiramiento de las costuras del Gobierno del Estado ha tenido su traducción a efectos presupuestarios. El Ejecutivo ha tenido que ampliar en más de una ocasión los créditos presupuestarios asignados al pago de las nóminas de los altos cargos y los asesores de estos al desbordar el crecimiento de los ministerios las previsiones presupuestarias planteadas en su día.
En 2017 el coste de la estructura del gobierno para los contribuyentes apenas superaba los 100 millones de euros, en 2024 ya supera los 160 millones, un crecimiento del 60%. A ello ha contribuido también que mientras durante los siete años de gobiernos de Mariano Rajoy altos cargos y asesores solo disfrutaron de una subida salarial, en los siete años de gobierno de Pedro Sánchez han tenido la oportunidad de vivir cerca de una decena.
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