sin punto y pelota
Instinto básico
Ahora es una fontanera del partido, de la que todos reniegan, la avispada que chantajea en reuniones que se graban
Hasta luego, Maricarmen
De monjas a menores infractores
Que los bajos fondos gustan de moverse por debajo del vientre es un hecho comprobado desde que existe lucha por el poder y que supo resumir Lola Delgado, fiscal, en aquel audio sobre la información vaginal. Que Jesús Gil vio una oportunidad de chantajear a ... jueces cuando organizaba unas jornadas jurídicas adornadas con las mejores sobrinas –nuevo eufemismo para las putas de siempre– de Marbella, por si alguno caía y podía tenerlo así atrapado por sus partes. Que en las casas del pueblo socialista de los 90 se ponían a visionar un vídeo sexual de un director de periódico que había hecho daño reputacional al partido, tan felices con sus principios, tan viejos del visillo de vídeo. Todo está en los manuales de resiliencia de los corruptos a la defensiva. Pero hemos alcanzado niveles récord de cutrez. Ahora se colocan a las churris y a las que no lo son, pero colocadas igual, se les pone a chantajear por asuntos sexuales, en un colmo del sarcasmo. Coloque de socialismo avalado por Ábalos y su jefe. Creímos que la farra del jefe socialista andaluz de la fundación del empleo en el puticlub marcó un hito, sin vislumbrar que había un paso más: el enchufe directo de las chatis en empresas de prestigio de ingeniería pública. Leire Díaz no fue churri, que sepamos, pero sí estuvo colocada por Ábalos en Enusa, la empresa nacional de uranio, ese mineral que no existe en España, según la ministra del ramo.
El jefe de la banda, feliz expresión del derrotado Rivera, conoció por su suegro Sabiniano lo que se mueve en un antro con sauna gay. Ignoramos si la información entre vapores de esos bares, qué lugares, podía tener un precio. La desconocida, apestada, ignorada Leire Díaz ha querido averiguar si la información no vaginal, pero sí de pene, merece la pena para chantajear a un fiscal anticorrupción. Le ha salido el tiro por la culata. La culata que llevan los agentes de la UCO, que no parecen amedrentados y de los que esperamos información sobre República Dominicana. Habrán cuidado sus bajos fondos. Allí también. No hay que ser un lince para saber cómo se las gastan algunos. Nada es nuevo, pero sí más obsceno. Por Roldán supimos que Narcís Serra se había gastado una pasta de nuestros impuestos en un dosier de detectives para tratar de tumbar a Mario Conde. Ahora es una fontanera del partido, de la que todos reniegan, la avispada que chantajea en reuniones que se graban y ofrece vídeos de contenido sexual a los medios. Como si alguna vez la prensa seria se hubiera prestado a algo semejante. Y ha estudiado Periodismo la perica. Felipe usó a un vicepresidente, Serra, y a una agencia de prestigio de detectives. Ahora, hemos bajado algún escalón en los recursos humanos de los dosieres.
Pedro Sánchez, tan listo, no ha podido contar con una tan tonta. Él llegó para poner un poco de ética al juego de la política. En qué cabeza cabe que siguiera la tradición del chantaje sexual para proteger a los suyos en causas judiciales. Hay que ser muy malpensado, no saber nada de Villarejo o muy joven y haber olvidado parte de los años 90 y cómo se las gastaban algunos socialistas con sus enemigos. Ay, el sindicato del crimen, los llamaban. Ahora es la fachosfera. Pero algunas peinamos canas. Leire no. Habría aprendido mejor.
Por cierto, aquello no acabó bien. Los primeros 90 socialistas, digo. Chantajes, fondos reservados y olor nauseabundo a corrupción. Esto va a acabar peor.
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