Elsa Pataky, la rubia guadiana

Yo a Pataky la vengo viendo como una belleza guadiana, que va a Australia y viene a España, que va a un póster extranjero, y viene a un anuncio de la tele, donde a veces nos presenta la primavera, o el verano, una primavera o un verano que es ella misma. Pataky es la Pataky. Es muy nuestra, pero viene de vez en cuando como una prima lejana, y sueca, que se nos hubiera ennoviado en Australia con Chris Hemsworth, que no es su novio sino su marido. Pataky gusta, Pataky funciona. Pataky está contentísima con su serie de estreno. Estuvo un tiempo en Hollywood como sin estar, más o menos como aquí. Reside en el extranjero, pero es la nacional que nunca perdemos de vista. Ha prosperado única como rubia tentación que no vive arriba, sino en todas las portadas. Ha llegado muy lejos siendo la misma que era hace unos años, sólo que ahora con hermosura afilada, y una cátedra en enseñar de frente el escote de la espalda. Va cumpliendo ya unos años, sí, pero igual da, porque Elsa sigue radiante como un oro despeinado, y la fichan las firmas nacionales, o internacionales, para cumplir de musa de esplendor, anunciando corseterías de cabaret, o similares.

Lo que pasa con Elsa Pataky es que un día se nos hizo extranjera. Quiero decir que es una hermosura nacional que tiene consorte en la lejanía, Chris Hemsworth. Estamos ante un caso de chica donde en algunas épocas, va antes la belleza que el currículo. Y ahí está su mérito, porque desde un publireportaje playero, hace siglos, se nos ha plantado directamente en el telediario. Pataky es una rubia de teleserie, y una portada porque sí. Tiene largo mérito, ya digo, porque ha logrado que le paguen por anunciar un corpiño, pero haciéndolo dentro de un tráiler de una película que no existe, como musa de un fashion film, que es como se les llama ahora a algunos videos de lencería. De modo que enseguida se lo monta de actriz aunque no haya proyecto propiamente dicho. De repente, se fue a hacer las Américas, pero en rigor estuvo haciendo vida de esposa de portada, sólo que lejos de Madrid. Un día nos anunció mellizos, con pose, en una revista, y de paso presentaba nuevo peinado despeinado. Con Chris Hemsworth, ese Conan de buenos modales, se casó por lo secreto, pero luego les hemos visto juntos en variados reportajes, donde Elsa se anuncia a ella misma, de un alegre modo natural.

Las encuestas la sacan, a menudo, como la española más codiciada y cotizada, quizá porque su exotismo, o erotismo, es no parecer española. Resulta, desde hace años, una novia imposible, y una bachiller falsa, no necesariamente por este orden. Quién diría que está ya a un par de ratos de cumplir los cincuenta. Hay quien ya se ha olvidado que fue novia de Fonsi Nieto, y luego de Adrien Brody, pero nadie duda que es una portada que nunca falla. En fin, que se lo ha montado. Como española que más bien parece vikinga, como una sueca con el deneí de Alcobendas.