punto de vista
Sin recorrido
Ya es triste que la Conferencia la convoque Sánchez para intentar dar imagen de normalidad institucional
Sostenella y no enmendalla
Insensibilidad
No hay muchas razones para el optimismo en que haya resultados eficaces en la Conferencia de Presidentes Autonómicos, que se celebrará el viernes en Barcelona, convocada por Pedro Sánchez. De entrada, una reunión de estas características debería de ser positiva, porque supone sentar en un ... foro de consulta a los máximos representantes del Estado en los distintos territorios, pero mucho me temo que la cosa no va a ir más allá de la foto y las declaraciones. Y no lo irá, porque la fórmula de dar unos pocos minutos a cada presidente para que haga una exposición general sobre los temas del orden del día, para poco sirve si no se sigue de la constitución de grupos de trabajo que profundicen en los asuntos y, tal y como está el panorama político en la actualidad, esto parece algo imposible.
Ya es triste que la Conferencia la convoque Sánchez para intentar dar imagen de normalidad institucional, y que lo hiciera con un orden del día que para nada atendía las demandas de las comunidades gobernadas por el PP lo que puso el encuentro al borde del fracaso antes de su celebración. Finalmente, no ha quedado más remedio que aceptar estas propuestas ante la perspectiva de que hubiera un plante masivo que a nadie conviene.
El ambiente es tal que el Gobierno afirma ahora que pasar de los seis temas iniciales, los que ellos proponían, a 16 aceptando los que piden las comunidades del PP, encierra una maniobra orientada a torpedear el desarrollo de la reunión. Uno no puede dejar de pensar que, si la Conferencia tiene sus normas, basta con ceñirse a ellas para celebrarla. Entre esas normas está los preparativos de la misma mediante un diálogo previo sobre los temas que deben figurar en el orden del día y aceptar los que pidan diez o más comunidades. No hay vocación de diálogo si se trata de imponer un orden del día que solo interesa a quien convoca la reunión y se trata de hurtar la capacidad de hablar sobre otros asuntos cuya importancia es muy evidente, como que la inmigración, la financiación autonómica o las causas del apagón, asunto que cada vez se oscurece más por falta de información interesada a la búsqueda de que nos olvidemos de él y quede en una triste anécdota.
Con estas premisas se llegará a la reunión del viernes y por tanto no hay mucho espacio para esperar resultados.
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