BARCOS
Prelude, un superyate con sello español que parece un penthouse
Con 80 metros de eslora y capacidad para doce invitados, esta embarcación de Jay Aberdoni ofrece múltiples espacios pensados para el disfrute y la relajación

El sector náutico, uno de los que mayor crecimiento está experimentando en los últimos años, cuenta con impresionantes propuestas de embarcaciones que superan, en muchas ocasiones, los límites de la imaginación. Así, se pueden ver diseños sostenibles con huertos ecológicos, yates con formas imposibles y ... auténticas joyas que bien podrían ser viviendas de lujo flotantes en las que no faltan detalles y comodidades.
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Una de las últimas propuestas que llega desde España es la de Jay Aberdoni , una embarcación de 80 metros de eslora , a la que ha bautizado como Prelude , cuyo diseño está enfocado en mejorar la experiencia de a bordo, tanto es así que este yate parece más un penthouse de Nueva York que un barco. De hecho, los espacios dedicados habitualmente a almacenar juguetes acuáticos ahora son amplias áreas de estar abiertas.

Su diseño exterior revela líneas suaves, minimalistas y elegantes y una especial atención por los detalles. Con capacidad para acoger hasta a doce invitados en seis cabinas y 18 miembros de la tripulación , este yate cuenta con una estructura de vidrio de doble altura que envuelve la popa, inunda de luz natural los interiores y permite a sus huéspedes disfrutar de las vistas en todo momento.
El estilo escandinavo y el uso de una paleta de colores claros aporta serenidad a las distintas estancias que están pensadas tanto para celebrar grandes eventos, como para relajarse y desconectar y que incluyen una zona de bar, amplios salones, un jardín interior y una fogata. Su interior, en el que todo fluye, muestra un concepto abierto con techos altos y muebles de diseño de primera calidad.


La embarcación dispone de un helipuerto que, además, se transforma en una sala de estar cuando no se usa para dicho fin y que se convierte en el mejor lugar para disfrutar del atardecer. Del centro de este espacio sale una hoguera giratoria cuyas formas se inspiran en la naturaleza. Junto a esta hay una piscina con fondo de cristal que refleja el movimiento de las olas y una zona de solárium para tumbarse bajo el sol. La terraza de la cubierta principal, completamente protegida del sol, es un lugar pensado para realizar comidas con amigos, así como para descansar. También dispone de un jacuzzi en la proa acompañado de unas hamacas que disponen de sus propios parasoles plegables para protegerse del sol y obtener mayor privacidad.
Por su parte, la cubierta superior, dedicada principalmente al propietario, muestra un balcón plegable al que se accede desde el salón privado ofreciendo un espacio íntimo en el que desconectar de todo.
Este es el tercer diseño en solitario de Jay Aberdoni y el resultado es más que notable. Por el momento se trata solo de un concepto, pero dadas sus características no sería raro que llegase a materializarse.
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