Editorial
Sin salarios al alza no hay pensiones
No resulta difícil echar cuentas para determinar el diámetro del agujero en la Seguridad Social
La pirámide invertida de nuestro modelo de pensiones toma forma según aumenta la nómina de los jubilados y se reduce el salario medio de los trabajadores, variables cuyo desequilibrio conduce a la inviabilidad de un modelo ya quebrado. El Ejecutivo alardea de unas cifras de empleo –al alza– que no logran camuflar la creciente precariedad de quienes cotizan a la Seguridad Social. Según los datos recogidos en la estructura salarial que documenta el INE, casi la mitad de los trabajadores cobra menos de 1.500 euros mensuales, con una progresiva convergencia del salario medio y el mínimo. Al otro lado, crecen los pensionistas –455.000 en 2024– que cobran 3.200 euros al mes. Si el Estado ingresa 165.000 millones a través de las cotizaciones, la Seguridad Social gasta 220.000 en pensiones. No resulta difícil echar cuentas para determinar el diámetro del agujero, ni para evaluar con perspectiva las consecuencias del derrotismo de quienes son ya conscientes de que trabajan para malvivir.
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