Hasta el gorro del nudismo ilustrado de JLO y de las Kardashian ¡Olé por las Berrocal!

Kim y sus hermanísimas son pioneras en esta tendencia: labios perfilados en tonos tierra, mules transparentes para simular que van descalzas y de puntillas, y vestidos segunda piel en los que se trasluce hasta la respiración y son del tono de su epidermis o del color del año, según Pantone. Estas puestas en escena me tienen sumida en un gran sopor desde hace tiempo. No entiendo que haya que lucir el curro del gym. Tampoco esa querencia al trampantojo de ir en bolas. ¡Tengo el encefalograma fashion plano! 

Por eso, cuando he visto el docureality de 'Las Berrocal' me he emocionado y hasta he gritado un ¡olé! La estética 'nudista ilustrada' sólo la encontramos en el cartel promocional de la cinta de Movistar+ y aunque sea una inspiración del de las Kardashian, a una servidora le gusta el doble el made in Spain. Tampoco hay color con el modelito de JLO. Para empezar, los outfits de Vicky, Victoria, Alba y Rocío son mucho más cálidos que los de las estadounidenses. Además, las españolas no juegan al trampantojo 'nude' ni falta que les hace y, además, cada una mantiene su estilo individual. No son variaciones sobre el mismo tema, como Kim, Kendall, Chloe y compañía.

Sólo he visto el primer capítulo de 'Las Berrocal', pero ya se puede afirmar que los vestidos de la firma Victoria, liderada por Vicky y situada dentro del entramado empresarial de Scalpers, son unos magníficos ejemplares de lo que significa 'fiesta made in Spain'. En sus colecciones no hay etiquetas como: invitada, mocha mousse, boho chic y otras lindezas. Lo que sí encuentro es el azul petróleo, el rojo español, el vino, el negro intenso y el blanco clarificado, que ponen dramatismo y tono a las protagonistas.

La matriarca es una andaluza guapa y estilosa que viste ponchos, gafas XXL tipo Jackie O. pero más cuadradas y se recoge el pelo en moño o coleta para mirar de frente. Como vive en El Rocío, su puesta en escena es de estilo boho chic, pero con un toque almonteño del bueno. Vicky es diseñadora y se le nota en cómo mira. Su armario está lleno de pequeños guiños cosmopolitas como las gorras, zapas blancas, americanas oversize y pantalones con caída, de vestir y cómodos. Una ecuación brillante en la que une las tendencias del mercado con un carácter castizo.

Rocío es más fashion y se pone 'hot pants' si lo requiere el guion, porque ella puede. Tiene también mucho estilo, como su madre y su hermana, pero su acento es más working girl, de gym y de despacho en las Cuatro Torres. Alba, en cambio, es, como diría mi madre, hija de su época. Una chanda-lista ilustrada, risueña y admiradora de su familia. Me chifla que ella, que es de generación Z, quiera vestir un diseño de la marca Victoria con zapas estilo Bratz y que Vicky le diga que se calce tacones por lo menos para entrar en la fiesta de inauguración de la tienda de su firma en la calle Velázquez de Madrid. También me gusta que la mayoría de los diseños sean midis, incluso cuando esa largura no estaba de moda, porque la creadora piensa que no es bonito enseñar las rodillas y me encanta el estilo de Isabel Díaz Ayuso cuando pasea un ejemplar de esta etiqueta de moda made in Spain. ¡Olé por las Berrocal!