Fórmula 1
Bautismo de gasolina para Madring
Carlos Sainz realizó una multitudinaria exhibición al volante del Williams en Ifema, a poco más de un año de que la capital reciba de nuevo a la F1
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Paso a paso, que le gusta decir a Luis García Abad, director general del proyecto, el circuito de Madrid va quemando etapas hasta su puesta de largo definitiva, que salvo cambio de planes será en el otoño de 2026. En ese camino, parte del circuito, ... la que transcurre por el recinto ferial de Ifema, recibió este sábado su bautismo de gasolina con una exhibición de Carlos Sainz al volante del Williams con el que compite este año en el Mundial de Fórmula 1. Fueron varios ida y vuelta a un mini trazado de poco un kilómetro para que los madrileños vayan haciéndose una idea de lo que le espera a la ciudad.
Sainz, que también es embajador del gran premio, estuvo acompañado por dos de las promesas más firmes del automovilismo español, Pepe Martí y Mari Boya, componentes de la escudería Campos Racing en la Fórmula 2 y la Fórmula 3, dos «pilotazos» que garantizan el futuro, según el protagonista principal. Boya, por cierto, tuvo el único incidente reseñable, un pequeño toque con las protecciones mientras realizaba un trompo que le descolgó el ala trasera.
Se esperaba una gran afluencia de público, y ni siquiera el imponente calor de la tarde madrileña echo atrás a la gente. Casi por definición, el 'roadshow' es un evento realizado para los muy fanáticos, los que disfrutan con el simple hecho de tener el monoplaza a un metro escaso, de fotografiarlo desde doscientos ángulos o de amontonarse con otros como ellos para grabar el sonido del motor al ser encendido. De esos no faltó ninguno. Pero también había multitud de curiosos para quien la novedad bien merecía saltarse la siesta y otros tantos que saben acudir siempre allí donde hay que estar. Junto a todos, Fede Valverde, Roberto Carlos, Edy Tavares, Miguel Ángel Silvestre, Arturo Valls…
Profesional y minucioso hasta para las fiestas, Sainz llegó al 'roadshow' con mucha antelación y al volante de un Ferrari 812 Competizione de color gris oscuro mate, recuerdo de su etapa en la Scuderia. Imposible no destacar. Antes de la exhibición tuvo tiempo para atender a televisiones de medio mundo y para dar una rueda de prensa multitudinaria donde explicó la importancia que tiene para él que Madrid entre en la Fórmula 1: «Cuando tenía diez años el sueño era ser piloto de F1. No solo lo he logrado, sino que he conseguido victorias, podios y poles. Solo me faltaba una cosa, que era tener un gran premio a veinte minutos de casa. Eso nunca lo soñé». Ganar en Madrid cerraría ese círculo: «Me podría retirar por la puerta grande», dijo Sainz, que esquivó con arte las preguntas relacionadas con el pulso entre Barcelona y la capital de España por la F1, una batalla en la que acaba de entrar Fernando Alonso tras ser nombrado embajador de Montmeló. «Sé que pueden ser compatibles porque el año que viene vamos a correr en los dos. Tener dos grandes premios en España es algo que me enorgullece mucho. Muy pocos pilotos pueden tener esa suerte. No sabemos si lo vamos a poder seguir teniendo. A Barcelona le deseo todo lo mejor y ojalá siga muchos años. Fernando me ayudó mucho en la primera parte de mi carrera y siempre le estaré agradecido. Así empujamos los dos para que España tenga dos carreras».
La exhibición apenas permitía adivinar una pequeña parte del enorme tinglado que se montará en Madrid. La zona de boxes estará ubicada en los pabellones 1 y 2, junto al acceso sur de Ifema. Pero el aspecto final que tendrá esa zona dista mucho del actual. Menos aún se parece el Valdebebas de ahora con lo que será dentro de un año. «En esa parte más abierta es donde se va a construir la famosa Monumental (la curva peraltada de medio kilómetro que esperan convertir en emblema del circuito) y donde se va a poder construir el tipo de curvas que nos gusta a los pilotos. Madrid va a tener lo mejor de un circuito urbano y uno permanente».
A las 18.55, un guiño al dorsal que luce su coche, el Williams empezaba a rugir y Sainz salió de la carpa de Williams con una mano en el volante y saludando con la otra. Las dimensiones de la pista no permitían alcanzar grandes velocidades, aunque sí hacerse una idea del estruendo que se vivirá. A falta de eso, los 'donuts' que realizó el madrileño en las dos zonas habilitadas resultaron lo más jugoso del show.
🇪🇸 Carlos Sainz en la exhibición en el Madring pic.twitter.com/pLJLbd03ak
— JP (@moran_juampi) June 7, 2025
Los organizadores vendieron la velada como el primer 'tardeo' de Madring, un término muy revelador sobre lo que pretenden que sea el futuro gran premio. Bastante más que una simple carrera de coches. En el improvisado paddock junto al pabellón 1 de Ifema, apenas un detalle en miniatura de lo que será el de verdad, el público pudo entretenerse con simuladores música con DJ's, barras de comida y bebida y tiendas de merchandising.
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