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¿Pueden el ejercicio y la alimentación ayudar a combatir los síntomas de la alergia?

Te contamos cómo reducir los efectos de la alergia estacional

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Cuánto tardan en llegar los resultados del ejercicio físico

La congestión nasal es uno de los síntomas de la alergia.
Raquel Alcolea

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La alergia estacional más frecuente es la que se da en primavera y coincide con la llegada del tiempo más agradable para realizar actividades deportivas al aire libre, lo que conlleva una mayor exposición a varios alérgenos todos ellos susceptibles de desarrollar síntomas como inflamación conjuntival, rinitis, inflamación bronquial, congestión nasal, lagrimeo, dificultad para respirar, prurito, fatiga y cambios de humor que afectan al rendimiento deportivo.

Aunque el ejercicio puede aumentar la permeabilidad de las vías respiratorias nasales, existen varias razones por las que las alergias pueden interferir en la práctica deportiva, según explica el experto de Fit Generation, Dr. Mario Muñoz, Doctor en Medicina del Deporte, Máster Universitario en Fisiología del Ejercicio y en Entrenamiento Personal:

De hecho, las dificultades para respirar a partir de cierta intensidad del ejercicio se han asociado con una alteración en la función del sistema nervioso central, que puede afectar a la capacidad de rendimiento mediante disminuciones en el tiempo de reacción, la atención y la vigilancia cuando se exponen, por ejemplo, al más común de los alérgenos, el polen. Además, las exposiciones ambientales estacionales que pueden afectar estos parámetros cognitivos también pueden hacerlo con los emocionales.

Hace varias décadas era inconcebible que un deportista que tuviera asma o rinitis crónica pudiera desempeñarse de manera competitiva, y mucho menos subir a un podio, hoy, con un diagnóstico adecuado, educación y un manejo terapéutico óptimo, un deportista alérgico puede alcanzar grandes logros en cualquier deporte.

Además de tomar la medicación pautada por un profesional sanitario, estos son los consejos y prevenciones que proponen en Fit Generation.

Cómo prevenir el efecto de la alergia primaveral

  • El polen se libera únicamente durante el día, por lo que por la noche disminuye su concentración y es el mejor momento para el ejercicio al aire libre

  • Los días secos y calurosos son los que tienen mayor concentración de pólenes en el aire, sobre todo si vienen tras otro de lluvia. Más todavía si hay viento ya que junta polen nuevo al ya caído.

  • Utilizar gafas de sol en el exterior durante el periodo de polinización para proteger la conjuntiva ocular.

  • Extremar la higiene de manos y cara, y limpiar frecuentemente con agua fresca la nariz y los ojos

  • Evitar el contacto con las plantas productoras de polen situadas en parques, jardines o zonas de abundante vegetación

  • Evitar desplazamientos en moto o bicicleta.

  • Emplear filtros de polen en el aire acondicionado de vehículos y viviendas.

  • Utilizar aspirador para la limpieza del hogar y quitar el polvo con una bayeta húmeda.

  • Mantener la casa cerrada y conservar un ambiente lo más húmedo posible. Ventilar la casa tras la caída del sol; cinco minutos son suficientes para airear una habitación.

  • Ducharse después de pasar un tiempo al aire libre para eliminar los residuos de polen en el cuerpo o cabello y cambiarse de ropa.

  • Evitar en lo posible secar ropa al aire libre durante esta temporada.

La alimentación, además, puede convertirse en una aliada o en una enemiga. Por un lado, existen muchos alimentos que pueden agravar la alergia estacional, aunque la persona que los consuma no sea alérgica a ellos. Entre ellos destacan la leche y los productos lácteos debido a que estimulan la producción de moco y además contienen proteínas, como la caseína, que son difíciles de digerir completamente; también contienen cantidades importantes de ácido araquidónico, cuya función en el organismo es producir sustancias con actividad inflamatoria.

Otros alimentos cuyo consumo no está recomendado en caso de padecer alergias estacionales son: chocolates, carnes rojas procesadas, grasas hidrogenadas como las margarinas, alimentos fritos, azúcar refinado y todos los productos que lleven polen en su composición.

Pero, por otro lado, existen alimentos que pueden ayudar a mejorar la sintomatología de las alergias. Es el caso de los alimentos ricos en omega-3 (pescados azules o los huevos) y vitamina C.

Las frutas (especialmente los cítricos) y verduras atenúan las dificultades respiratorias, mientras un alto consumo de margarina vegetal las agudiza.

Además, lograr un consumo equilibrado de omega-3 (primándolo sobre el omega-6), reduciendo el consumo de aceite de girasol y otras semillas en favor del aceite de oliva.

También puede resultar útil tomar alimentos probióticos como kéfir, kimchi, chucrut, kombucha o miso, entre otros.

La mayoría de investigaciones hablan sobre los síntomas de alergia asociados a la práctica de ejercicio, asma inducido por el ejercicio, etc., pero no tanto del impacto del ejercicio sobre los síntomas de alergia.

«A medio y largo plazo, practicar ejercicio físico tiene innumerables efectos positivos. Lo normal es que el sistema inmune mejore y eso consiga que tu yo futuro de dentro de 10 años tenga menos síntomas de alergia que tu yo futuro de dentro de 10 años si no realizas nada de ejercicio»

Dr. Mario Muñoz

Fit Generation

En este sentido el experto recuerda que las mejoras a nivel cardiorrespiratorio que produce el ejercicio, claramente, ayudan a combatir de manera eficaz los síntomas de falta de oxígeno asociados a episodios agudos de ataques de alergia.

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