Cómo elegir la crema facial según tu piel y necesidades
Mixta, seca, con arrugas, manchas, granitos… A cada preocupación, el cosmético más adecuado
Brad Pitt y su eterna juventud, protagonistas en Wimbledon

El producto que no puede faltar en la rutina de cuidados diarios es la crema hidratante para la cara. Y uno de los errores que se cometen con más frecuencia es usar un producto inadecuado para el tipo de piel o sus necesidades. Aunque los cuidados faciales son necesarios siempre, después del verano, aún son más importantes, ya que en estos meses la piel sufre mucho por el exceso de sol. Por eso hemos preparado una guía sencilla para que puedas encontrar la mejor crema hidratante para tu cuidar tu rostro.
¿Cómo es tu tipo de piel?
El primer paso es saber qué tipo de piel tienes. La más habitual en España es la piel mixta que se reconoce por tener la zona T (frente, nariz y barbilla) con tendencia grasa, con brillos, espinillas, poros dilatados e incluso granos, y la zona de las mejillas normal o seca. Para este tipo de pieles hay que usar cremas específicamente formuladas para piel mixta, que sean no comedogénicas y oil free, de esta forma hidratarán tu piel, sin aportarle un exceso de grasa. Además, si eliges productos con efecto mate, evitarás que aparezcan los brillos a lo largo del día.
La piel grasa es la que presenta un exceso de regulación sebácea, y tienden a padecer acné. Además, tiene espinillas o puntos negros, poros dilatados e incluso manchas. Es un tipo de piel más habitual durante la adolescencia y los primeros años de juventud. En estas pieles es fundamental elegir cremas para pieles con tendencia acneica, que van a hidratar sin aportar grasa. Son productos oil free y no comedogénicos, como en el caso de las pieles mixtas. Un error habitual en estas pieles es no hidratarlas, por temor a los brillos, pero es esencial aportarles también hidratación, para evitar que se descamen.
La piel seca es más habitual en la edad adulta, a partir de los 40 o 50 años. Se caracteriza por tener un tono apagado, presentar líneas de expresión y arrugas más marcadas, descamación, estar tirante y por un tacto áspero. Es una piel que carece de agua, lípidos y grasa, así que para cuidarla es necesario elegir cremas hidratantes ricas en lípidos y grasas que repongan la capa hidrolipídica. Deben contener ácido hialurónico, ceramidas, manteca de karité, etc.

Independientemente de tu tipo de piel, también es importante saber si esta es sensible. Sentir picor, escozor, tener rojeces… son síntomas de una sensibilidad que puede estar provocada por un agente externo como el sol, el cloro, el viento, el calor, el frío… pero también por algo que has comido, por un cosmético mal elegido, etc. Las pieles sensibles suelen estar tirantes, presentar erupciones y pueden desarrollar otros problemas como la dermatitis, la rosácea, etc. Para ellas es imprescindible elegir cremas hipoalergénicas, y que contengan activos calmantes y reparadores.
Arrugas, manchas... Hay una crema para mejorar cada problema
Además de saber qué tipo de piel tienes, a la hora de elegir tu crema hidratante, pregúntate qué te preocupa. ¿Las arrugas? ¿Las manchas? ¿Deshidratación?
Si tu piel es joven, no presenta granos, no se irrita ni se enrojece, tampoco está seca ni grasa, tu piel es normal, pero también es importante cuidarla. Elige una crema hidratante con textura gel, ligera, que contenga ácido hialurónico, uno de los activos más versátiles e interesantes, para todo tipo de pieles.
A partir de los 30 (aunque depende de la genética y de tu estilo de vida), pueden aparecer las primeras líneas de expresión e incluso las arrugas. En estas pieles conviene empezar a usar cremas con antioxidantes, como la vitamina C, que van a retrasar, por una parte, el envejecimiento cutáneo, y por otra parte, van a ayudar a mejorar el tono. Además, por la noche hay que elegir cremas con activos renovadores, como el ácido glicólico e incluso el retinol.

Si tu rostro presenta arrugas profundas e incluso flacidez, tienes que elegir una crema antiedad con péptidos, coenzima Q10, hidroxiácidos, ácido hialurónico, retinoides, antioxidantes… y otros ingredientes que ayuden a mejorar las arrugas.
En el caso de que tu preocupación sean las manchas cutáneas, que pueden aparecen por un exceso de sol sin protección, pero también por el paso de los años, o la toma de ciertos medicamentos, tienes que elegir cremas hidratantes con acción despigmentante que contenga activos como vitamina C, niacinamida, ácido azelaico, hidroquinona, ácido glicólico, etc.
Si sientes tu piel deshidratada, algo lógico tras el verano, aumenta la hidratación, eligiendo una crema hidratante con humectantes y emolientes, para atraer el agua y retenerla.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete