entrevista
Antonio Yélamo: «Que un periodista de la SER escriba en ABC se debería ver como algo normal»
El delegado de Prisa Media en Andalucía y director de Radio Sevilla, que celebra su centenario, cree que «los medios podrán sobrevivir en España en la medida en que sean transversales y no sectarios»
«Apenas se sabe que los que popularizaron la radio en España fueron los hermanos Álvarez Quintero»

Antonio Yélamo Crespillo (Écija, Sevilla, 1958) inició su carrera profesional en 1982 como redactor en Radio Cádiz, de la Cadena SER, para ocupar más tarde la dirección de los Servicios Informativos de esa emisora. En 1997 asumió la jefatura de informativos de la SER ... en Andalucía y después la de contenidos, hasta ser nombrado en 2011 director regional de todas las emisoras de la cadena en la comunidad andaluza, Ceuta y Melilla. En febrero de 2023, fue nombrado delegado de Prisa Media en Andalucía. Ha sido vicepresidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz y ha colaborado con El País y ABC. Es miembro del Consejo Social de la Universidad de Sevilla y hace unos días recogió la Medalla de Sevilla otorgada a Radio Sevilla con motivo de su centenario.
-Que un medio de comunicación cumpla cien años es una gran noticia. Y algo muy poco frecuente.
-Sí, totalmente. Y lo más importante no es solamente cumplir sino llegar a este punto en plena vigencia. Y yo diría que incluso con un presente esplendoroso. Los datos de audiencia en general de la radio en España demuestran su fortaleza, su vigencia y su futuro. Nuestra cadena llega a su centenario de una manera muy digna.
-¿La radio es el medio de comunicación que mejor se ha adaptado a cambios disruptivos como la llegada de la televisión, Internet o la digitalización?
Sí. Cuando irrumpió la la televisión matinal o los programas matinales, se decía que eso iba a acabar con la radio y no ha sido así. Ha sido un ejemplo de la capacidad de adaptación a las novedades y avances tecnológicos, sobre todo en el soporte, porque a fin de cuentas la radio es comunicación, es audio, es información, es entretenimiento y eso, sea en el soporte que sea, ha sido capaz de seguir trasladándolo a sus oyentes. Y también ha afrontado de una manera bastante digna el reto digital.
-¿Cómo se ha adaptado Radio Sevilla?
-La radio surge por un afán de entretenimiento y de tratar de de acompañar al ciudadano en su entorno y sobre todo, responder a las a los nuevos desafíos tecnológicos. La radio es fruto de eso que ahora se llama el factor de emprendimiento, de un grupo de sevillanos que observaron que las nuevas tendencias que había en materia de comunicación y se pusieron al frente de de de una iniciativa que finalmente se consolidó en lo que es Radio Sevilla. Una radio que pudo ser en el principio de entretenimiento y que se convirtió, con el paso del tiempo, en una radio informativa y una radio que ha demostrado haber sido útil a los sevillanos. No se ha limitado a acompañar, sino que también supo situarse a la vanguardia de las aspiraciones de los sevillanos.
-La radio también se ha adaptado a convivir con los podcast. No sé si fue Iñaki Gabilondo quien hablaba del «pescado fresco» que hacía la radio y del «pescado congelado» de los podcast.
-Es que, en definitiva, somos una misma cosa. Todos trabajamos con la mismo, que es el audio. Iñaki Gabilondo dice que la nave nodriza es la radio y que con el tiempo surgen otras naves como el podcast, muy del gusto de los jóvenes.
-Se dice que los jóvenes actuales han dejado de ver la televisión y hay encuestas que reflejan que tampoco leen periódicos ni escuchan mucho la radio. ¿Tiene esa percepción?
-Yo creo que eso es un mantra que se asume y según el cual los jóvenes ni leen, ni ven, ni escuchan. Pero yo creo que no es así. Se están produciendo los mayores índices de audiencia en España de la historia. También se decía que con Spotify y plataformas de todo tipo se iba a acabar la radio musical, y no está ocurriendo eso. La radio musical ha conseguido unos datos de audiencia extraordinarios. ¿Por qué? Porque los jóvenes también quieren la prescripción, que una persona le indique, le proponga, en definitiva, aporte condición humana al mensaje radiofónico. Ya no les basta con que se escuche la música, sino que haya alguien que le indique qué tiempo hace o o traslade un mensaje que le dé proximidad a lo que está escuchando. Yo cuestiono eso de que los jóvenes no estén en lo que es la tendencia mediática actual.
-Cuando España sufrió el apagón del 28 de abril, casi lo único que funcionaba era la radio.
-Es curioso que esa tarde muchos descubrieran la virtualidad de la radio como medio de comunicación. La radio tiene una conexión íntima con el oyente y cuenta con una gran fortaleza y vigencia. Y esa tarde se demostró ese día y también el día de la DANA de Valencia. También con la pandemia Covid.
-El 28 de abril de 2025 fue un día de transistores y el 23 de febrero de 1981, cuando Tejero entró en el Congreso fue también una tarde-noche de transistores. ¿Cómo ha cambiado la sociedad española desde entonces?
-Esa sociedad de hace cuarenta años tenía unas grandes aspiraciones de cambio. A Radio Sevilla llegó por esa época Iñaki Gabilondo y él ya se encuentra una radio debidamente alineada con esas aspiraciones de cambio de la sociedad sevillana, a raíz de la labor que había hecho Manuel Alonso Vicedo antes de morir trágicamente a los 33 años en un accidente de tráfico. Esa radio se puso al frente de ese sentimiento de autoestima del pueblo andaluz.
-En los años 60 los programas se hacían con muchos sevillanos que asistían como público en directo.
-En los años 60 y 70. La radio se ha hecho siempre de cara al público. Había una complicidad extraordinaria y precisamente estamos en el estudio que era el auditorio de Radio Sevilla, hoy llamado Estudio Iñaki Gabilondo. Y por aquí pasaba toda la vida de la radio, esos grandes programas que todo el mundo tiene en su memoria de Radio Sevilla, concursos, programas musicales, etcétera. Se cuenta aquí que debutó en un concurso Rocío Jurado y Los del Río. La radio supo situarse lo que era la vanguardia literaria con los famosos narraluces y por aquí pasó el programa de la tertulia flamenca que dio pie a que el flamenco saliera de sitios cerrados y tuviera una consagración hasta incluso universitaria, poniendo en marcha la misa flamenca, con esa tertulia que estaba presidida por don Antonio Mairena. También recuerdo la tertulia taurina. Todo ha sido un palpitar de la vida diaria de Sevilla y muy útil para los sevillanos.
-Daba igual su ideología. La radio era muy transversal.
-Sí, siempre ha sido una red muy transversal. Y ese espíritu debe seguir siendo muy presente entre todos los que trabajamos aquí. En la medida que seamos transversales, no sectarios, tenemos garantizada nuestra supervivencia, podremos sobrevivir. Nuestra audiencia es plural y diversa. Tiene que tener cabida todos los sectores, todos los segmentos, todas las voces. Y si lo hacemos, habremos cumplido, además, nuestra misión.
-En los últimos años hemos asistido a un proceso de polarización política al que también se han visto arrastrados los medios de comunicación. ¿No deberíamos mirar de nuevo a ese espíritu de la Transición y al interés común, fijándonos más en lo que nos une que en lo que nos separa?
-En otras épocas también se han vivido situaciones muy acentuadas de polarización en los medios. Recuerdo el enfrentamiento Aznar-Felipe. Los medios de comunicación no dejan de ser un reflejo de la sociedad en la que se insertan y en la medida que vayamos cambiando, tendremos que cambiar también. Pero eso no significa que los medios no tengamos responsabilidad en los que significa crispación, enfrentamiento y polarización. La radio es un arma muy poderosa en la creación de estados de opinión. Yo apelaría a la responsabilidad, al rigor, a la seriedad para que la sociedad nos vea como un medio solvente y no dedicado a soliviantar los ánimos y a provocar enfrentamientos.
-El periodismo político empieza a parecerse al periodismo deportivo, que siempre ha sido más visceral y partidista, en este caso, en favor de unos colores determinados. En tiempos no tan lejanos se podía ver a un periodista criticar indistintamente al PSOE o al PP por alguna actuación concreta, y alabar cualquier otra.
-En España hemos traspasado efectivamente una línea. En Francia todo el mundo sabe lo que es el periódico Le Figaro, y conoce su línea editorial conservadora, pero nadie lo vincula con un partido político. Y los franceses saben también qué es Le Monde, de línea progresista. y nadie tiene por qué identificarlo con el partido socialista. En España hemos llegado a identificar medios con partidos políticos concretos y eso daña mucho al credibilidad de los medios de comunicación, en general.
-¿Por eso han perdido prestigio y valoración en las encuestas sobre las instituciones españolas?
-Sí. Los medios de comunicación no ocupamos en esas encuestas un sitio digamos privilegiado. Pero yo creo que en el fondo es un reflejo actual de la sociedad. Confío en que las cosas se vayan reconduciendo pero esto es consustancial cona historia del Periodismo. En la época de las Cortes de Cádiz de 1812 cada grupo político tenía una publicación.
-¿Estamos volviendo a eso, dos siglos y pico después?
-Después de eso hubo una profesionalización y se crearon empresas editorias solventes y con rigor. Yo creo que ésa es la clave y que el medio no esté condicionado por un ingreso clave para su subsistencia. Pero da la impresión de que algunos medios que si están muy condicionados y por eso pienso que no está de más ese planteamiento que se hace desde las instituciones europeas, no sólo desde España, para tratar de introducir transparencia, rigor y solvencia a las empresas que se dedican a la comunicación. Yo soy un gran defensor de empresarios especializados en un sector tan importante como el de la comunicación.
-Usted pertenece a un grupo de comunicación como Prisa, con una línea editorial socialdemócrata, pero ha sido colaborador de ABC, con una línea liberal-conservadora. Esto ahora mismo no parece normal. ¿Acaso no debería serlo?
-He sido colaborador de ABC durante muchos años. Y mi experiencia particular fue muy buena. Yo empecé a trabajar en los años 80 con la Redacción de ABC, que ha sido siempre en Andalucía un ejemplo de información de rigor y de estar en la vanguardia. Era muy plural y tenía muchísimos contenidos. Eso debería verse como algo normal. Aquí en Radio Sevilla también buscamos la pluralidad y escuchar voces de todo tipo. Y los traemos a esta mesa del estudio a debatir.
-Gabilondo y otros periodistas han destacado que en las inundaciones lo primero que escasea es el agua potable. ¿Se puede aplicar esto a lo que está pasando con el periodismo en España en este momento?
-Sí, creo que es una metáfora muy acertada. Pero la aplicaría más que a los medios de comunicación al ejercicio profesional del periodista. La realidad actual demuestra que es más necesario que nunca el rigor y la profesionalidad del periodista. El periodista formado y preparado que sabe jerarquizar la información. Confío en que acabe desapareciendo esta pléyade de pseudomedios que han ido surgiendo en los últimos tiempos y que queden los medios sólidos, los solventes. Y el ciudadano escogerá debidamente lo que le resulte bueno y positivo.
-Se ha producido hace muy pocos días la propagación de un bulo atribuido a un miembro de la UCO y su deseo de que alguien le pusiera una bomba-lapa al coche del presidente del Gobierno. ¿Son este tipo de bulos los que desacreditan a los periodistas y a los medios a los ojos de la sociedad?
-Sí, totalmente. Ha habido muchos más casos. En la DANA también se produjo uno que está siendo investigado como delito. Los periodistas manejamos una mercancía muy delicada que hay que saber tratar. A veces por precipitación y otras con otras intenciones se producen errores o manipulaciones. Que es lo que nos diferencia de las redes sociales.
-¿El verdadero periodismo es más necesario que nunca ahora en España?
-Sí, lo tengo clarísimo. Con esa ductilidad y volatilidad que tiene la información del punto tecnológico, que uno puede hacer una manipulación con cualquier tipo de imagen o de sonido, se requieren controles, se requiere organización profesional, se requiere jerarquía a la hora de valorar la noticia. En definitiva, se requieren periodistas.
-Ha dicho alguna vez que un medio de comunicación no es una fábrica de ladrillos.
-Sí. Me refería sobre todo a la radio. En la radio los periodistas siempre hemos sido reacios a asumir puestos de responsabilidad y de dirección. Sin embargo, yo formo parte de una generación de periodistas que hemos llegado a la conclusión de que una emisora de radio no deja de ser un medio de comunicación. Estamos capacitados en general para asumir la dirección del medio y pertenezco a una generación que en su momento dio ese paso adelante de asumir responsabilidades que van más allá no solamente del área estrictamente informativa. Yo creo que un medio de comunicación debe estar en manos de un periodista. Nadie concibe que un periódico esté en manos de un señor que no sea de la profesión y yo creo que igual debe suceder en la radio. Yo pienso que los periodistas tienen que dar un paso adelante y asumir también tareas más complejas, como es la de la dirección de una emisora. El periodista tiene una visión global de las cosas, tiene una visión específica sobre lo que es la acción informativa de un medio. Y yo apelo a que esa responsabilidad del periodista sin que eso excluya ni muchísimo menos un menoscabo hacia la labor que hacen otros colegas que son extraordinarios directores de emisora.
-¿La democracia ha perdido calidad en España?
-Mi percepción es que efectivamente hay mucho ruido. Yo ejerzo un profundo respeto por la clase política, por los políticos en general de toda condición y de índole democrática, por supuesto. Para mí, un señor que se dedica a la política asume un riesgo adicional y cuanto menos tiene mi consideración. Y en ese sentido creo que se está faltando más respeto no solamente hacia la clase política en general, sino también a nuestras instituciones, Nuestras instituciones están sufriendo un deterioro muy importante, no evidentemente por la labor informativa, sino muchas veces por la torpeza o por otras intenciones de la propia clase política que yo anteriormente estoy elogiando. Estamos en un punto de deterioro bastante preocupante, pero no es una cosa que ocurra solamente en España. Hay que echar un vistazo a lo que pasa a nuestro alrededor. Estamos en una verdadera crisis institucional. En Francia, Macron no tiene ni partido detrás. En Italia hay unas circunstancias políticas también muy peculiares y singulares. En Inglaterra hemos superado la presidencia de Boris Johnson, que hizo un un referéndum sobre la salida de Reino Unido con unos postulados absolutamente falsos que están derrumbando lo que es el modelo de de lo que es un país tan poderoso como Reino Unido. En Alemania, no digamos. Pero a mí me preocupa el grado de deterioro que se está dando tanto en las instituciones como en lo que es específicamente la clase política.
-Un gran periodista sevillano como Chaves Nogales, al que le tocó una etapa crítica a la historia de España, que fue la Segunda República y la Guerra Civil, defendía una tercera España. ¿No echa de menos esa tercera España?
-Sí, se echa en falta. La clarividencia de Chaves Nogales era total y absoluta. Esa manera de ver lo que estaba sucediendo a su alrededor con una polarización más que evidente, de guerracivilismo. Y cómo encuentra esa necesidad de sentido común, de respeto a las instituciones y de, en definitiva, democracia y respeto a la libertad.
-¿No cree que sería mejor para España que el PP o el PSOE no tuvieran que depender para gobernar de partidos extremistas sino de formaciones más centradas como lo fue Ciudadanos?
-No lo sé. Como se comportaron, tampoco se puede augurar que pudiera ser la solución final. Efectivamente era un era un factor que estaba cargado de expectativas, pero que finalmente esas expectativas no se cumplieron. Esa realidad del bipartidismo está muy complicada y parece muy difícil que se vuelva a dar. Esos dos grandes partidos que configuran mayorías de gobierno, alternancia más o menos controlada, sensibilizada podríamos decir, pero la realidad se ha puesto muy complicada y tanto a uno como a otro les tocará configurar mayorías de gobierno con otros factores que entran en juego. Y yo creo que no deja de ser eso parte del juego democrático de un país. Y eso genera elementos de inestabilidad y de choque. Y tenemos que aprender también a convivir con eso. Tenemos que aprender a lo que es un gobierno de coalición, todavía nos falta un poco de cultura política.
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