crítica de teatro-danza
La vida hecha relato
La bailaora y coreógrafa Chloé Brûlé se aparta de la escena para dirigir 'Las Yeguas'
Pablo González: Testamento emocional
Crítica de Teatro-Danza
'Las yeguas'
- Texto y dirección: Chloé Brûlé Dauphin
- Intepretación: Tamara Arias de Saavedra y Ana Salazar
- Espacio escénico: Antonio Godoy
- Música: Hermanos Gutiérrez, Frédéric Chopin, Johann Sebastian Bach, Craig Armstrong, Éliane Radigue
- Vestuario: La aguja en el dedo
- Iluminación: Antonio Valiente
- Teatro Central Estreno absoluto. Día: 16 de mayo de 2025.
La bailaora y coreógrafa canadiense Chloé Brûlé Dauphin ha abandonado por primera vez la escena para hacer una creación propia, escribir y dirigir esta especie de relato sobre sagas familiares titulado 'Las yeguas'.
Los textos de Brûlé describen una historia protagonizada por mujeres, ... en una saga con sus luces y sus sombras, y en un espectáculo donde la palabra supera a la Danza a través de sus dos magníficas intérpretes, Tamara Arias de Saavedra y la polifacética Ana Salazar. La casa familiar ha sido derribada e Inés quiere restaurarla. Llega al lugar en moto ante un enorme ruido. De entre las ruinas aparece el fantasma de su bisabuela Ines..., y así empieza el relato.
Un diseño escenográfico lleno de detalles, cubierto el suelo con papeles que suenan al ser pisados y que Salazar va recogiendo pacientemente y haciendo un hatillo hasta que los aparta de la escena. En un lateral una especie de velas de tela de colores tierra a modo de grandes cortijajes que finalmente caerán.
En 'Las yeguas' conviven el texto y el movimiento, el apartado teatral con fuerza se hace protagonista sobre los menos momentos de danza que casi siempre y con estética flamenca, corren a cargo de Ana Salazar, sobre todo a través de su zapateado. Salazar también canta al final de la obra con mucha flamencura. Ambas intérpretes se desevuelven muy eficazcamente en los diferentes momentos en los que la palabra es protagonista.
Es una obra inquietante, de mujeres y sobre mujeres, sobre la fortaleza y la paciencia, sobre el amor por lo que se pierde y sobre la familia. Muy bien intepretada por ambas protagonistas con momentos de emoción que rayan la poesía.
Mención especial a la amplia banda sonora, sobre todo las piezas compuestas por los Hermanos Gutiérrez, enjaretadas con otras clásicas de Chopin o Bach con enorme eficacia y naturalidad.
Un estupendo estreno de Chloé Brûlé en el apartado del Teatro-Danza, porque cada día más las fronteras en las artes escénicas están mucho más difusas, y los creadores se sienten mucho más libres para traspasarlas.
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