El líder del PSOE colocará a un afín al frente de la Diputación de Badajoz
Todos los posibles aspirantes a presidir esta instituciónson de su cuerda
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Antes de ser secretario general del PSOE de Extremadura, antes, por supuesto, de estar en el foco mediático nacional por el escándalo en torno a la contratación de David Sánchez -hermano del presidente del Gobierno- y de su aforamiento, Miguel Ángel Gallardo era, para ... muchos extremeños, el indómito presidente de la Diputación de Badajoz y alcalde de Villanueva de la Serena, donde, en más de veinte años como alcalde, trató de impulsar el fallido proyecto de fusión con Don Benito junto al actual delegado del Gobierno, José Luis Quintana, entonces alcalde dombenitense.
Esa época se cierra, definitivamente, este viernes. Gallardo dejará de ser concejal en su pueblo y renunciará, oficialmente, a la presidencia de la Diputación de Badajoz, a la que llegó en 2015. Lo hará cumpliendo la promesa que hizo al ser elegido secretario general del partido, cuando se comprometió a no compaginar ambos cargos. Se dedicará en exclusiva a la tarea parlamentaria, en el cuerpo a cuerpo contra la presidenta María Guardiola, después de que cinco compañeros, con su renuncia, le hayan abierto paso.
Como presidente de la Diputación de Badajoz fue el máximo responsable de la contratación de David Sánchez como coordinador de los conservatorios en 2017. Incorporación que le ha puesto en dirección al banquillo por delitos de prevaricación y tráfico de influencias. Sin embargo, el puesto, más allá de la polémica, le ha consolidado durante años como uno de los hombres más poderosos de la región. Famoso por su carácter rígido e inflexible y su manera jerárquica de gobernar.
En la provincia pacense, más todavía dentro de la propia diputación, no ha habido quien le tosiese durante años. De hecho, si hay algo seguro con su renuncia es que su sucesor será alguien completamente afín. Las fisuras internas del PSOE de Extremadura, de las que viene hablando este diario, nada tienen que ver con la estructura del partido en Badajoz.
Los problemas de Gallardo están al norte, en Cáceres, como quedó de manifiesto con las declaraciones del presidente de su diputación, Miguel Ángel Morales, en las que mostraba «tristeza y preocupación» por el momento actual del partido. En su territorio, el control es -casi- total.
Relevo «tranquilo»
Gallardo viene diciendo estas semanas que el relevo en la diputación sería «tranquilo y transparente», pero todavía se desconoce quién será el próximo presidente -o presidenta- del ente provincial. Las quinielas acotan mucho la lista de futuribles. En las últimas jornadas, cobró mucha fuerza el nombre de Raquel del Puerto, vicepresidenta primera y teniente de alcalde de Almendralejo. Un perfil muy bien visto dentro del Partido Socialista y de la propia institución, que cuadraría con esa idea de transición dulce que busca Gallardo. Sería la primera presidenta de la historia de la diputación pacense.
Otros nombres que suenan son el de los otros dos vicepresidentes: Carmen Yáñez, teniente de alcalde en Mérida -cuyo alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, es el mayor apoyo de Gallardo en el partido- y Ramón Díaz Farias, alcalde de Villanueva del Fresno. Llegó a sonar también, aunque con poca fuerza, el nombre de Ricardo Cabezas, diputado de Cultura, procesado también por el caso David Sánchez y exlíder del Partido Socialista en la ciudad de Badajoz.
Sea como sea, más allá del nombre y a falta de confirmarse los rumores que colocan a Del Puerto en la presidencia, lo que siempre ha sido una evidencia es que el sucesor de Gallardo sería gallardista.
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