CRÍTICA MUSICAL
Tocando el cielo
«Mikko Franck va más allá y busca y halla también un sonido denso, empastado, matérico, siendo esta su aportación nórdica a este repertorio lleno de colores»

Puede decirse que la la Orchestre Philarmonique de Radio Francia es ya un conjunto histórico pues se acerca a los noventa años de edad, desde su fundación en 1937. Su actual director musical Mikko Franck lleva al frente de la formación una década en la que ha situado a la orquesta parisina entre las más importantes del país galo. Sin ser una centuria de relumbrón, es un estupendo conjunto de sonido algo germánico empastado y denso, quizás más de lo habitual para las formaciones francesas.
Comenzó el programa con el siempre espectacular y virtuoso Concierto para piano número 1 de Tchakovsky. Al teclado la extraordinaria solista italiana Beatrice Rana, sin duda la más célebre pianista del país transalpino en la actualidad, que incluso ha grabado la obra con Antonio Pappano y la Academia de Santa Cecilia en una lectura quizás más espectacular pero más convencional, más canónica y menos personal que la escuchada en la Sala Iturbi. Rana ha madurado la obra hasta el punto de transmutarla en una lectura muy personal en la que la solista no lucha o compite contra la orquesta, sino que lleva a cabo una lectura «desde dentro», llena de variados detalles imaginativos en el uso del pedal y las dinámicas. Una lectura poética y verdaderamente distinta a lo que se escucha por ahí. Rana renuncia claramente a la vacua pirotecnia y a cualquier demostración de dominio técnico sin más cuando, sin embargo, puede presumir de ello en grado superlativo.
La cadencia del primer movimiento fue piedra de toque para demostrar no sólo que se trata de una pianista de gran virtuosismo sino también de que esta capacidad técnica encierra un pianismo profundo y lírico, lo que vino a confirmarse en un imaginativo segundo movimiento en el que Rana dio muestra de una gran sensibilidad en la parte lenta y una gran musicalidad en el prestissimo. Excelentes las flautas y el solista de violonchelo en este evocador andantino. El movimiento de cierre fue de nuevo una demostración de técnica apabullante, casi sin pretender presumir de ello. Mikko Franck en su acompañamiento demostró ir en el mismo barco que la protagonista lo que ayudó al éxito alcanzado.
Excelente Magali Mosnier, solista de flauta de la formación gala que se mostró espléndida en todo el concierto, en especial en el Preludio a la siesta de un fauno, en una lectura sensual y poética. Una lectura en la que pudo apreciarse como Franck aborda este repertorio y que se confirmó en La Mer. El director finés no se limita a lo lírico e impresionista de esta música, a la transparencia tan propia de las lecturas más afrancesadas. Mikko Franck va más allá pues sin dejarse por el camino estas condiciones sine qua non cuando se aborda este particular repertorio, y busca y halla también un sonido denso, empastado, matérico, siendo esta su aportación nórdica a este repertorio lleno de colores.
Con El Mar, Franck y sus huestes lograron la cuadratura del círculo, pues fue una lectura suntuosa, que me recordaba a la grabada en su día por Giulini, y. a su vez de una gran transparencia, ¿se puede lograr esto? Franck demuestra que sí, pues escuchamos todas las voces y alguna más que no suele emerger en las lecturas del montón. Degustamos toda la tímbrica, todos los entresijos, las capas armónicas pero también en un sonido global grande, más nórdico que Mediterráneo. Una lectura extraordinaria a la que solo le pondría el «pero» de una coda quizás, al menos para mi gusto, demasiado precipitada, sin ralentizar el gran crescendo final. No obstante, una versión memorable que llevó el entusiasmo a un público, lo que en esta obra maestra no es habitual, aunque se trate de una pieza del gran repertorio, pues todavía encierra modernidades que no han calado del todo el algún sector del público más conservador. Especial mención a las maderas, trompeta, trompas y los violonchelos a los que Franck hizo levantar en solitario. La insistencia, y tras más salidas a saludar de lo que suele ser habitual con esta obra, Mikko Franck lejos de recurrir a un socorrido tema se adentró en la música de su país, Finlandia, para regalarnos una bonita y sentida lectura del Preludio Op. 71 número 1 de Heino Kaski.
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Miércoles 7 mayo de 2025
Palau de la Música de Valencia
Obras de Tchaikovsky y Debussy
Beatrice Rana, piano
Orquesta Filarmónica de Radio Francia.
Director: Mikko Franck
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