COMERCIO
El trato personalizado que da vida a las calles
Reconocimiento al «esfuerzo» de los negocios del comercio tradicional por ofrecer «un servicio de calidad, innovar y mejorar su actividad», siempre fieles a su sello diferencial: «Llamar a los clientes por su nombre»
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Frutas, verduras, embutidos, carnes, libros, tornillos, ropa, complementos.... Sus actividades son variadas, pero con algo en común: son ese comercio tradicional, de proximidad, que además de atender a sus clientes, forma parte de la fisonomía de las ciudades y pueblos en los ... que cada día levantan su persiana. Esa puerta tras la que encontrar la compra diaria, darse un capricho, renovar al armario o encontrar eso que se necesita a última hora.
La sangre que hace latir el pulso de la vida diaria de quienes allí viven o por allí pasan y cuyo «esfuerzo» a la hora de «ofrecer un servicio de calidad, innovar y mejorar su competitividad» ha merecido el reconocimiento con los Premios Comercio Tradicional de Castilla y León entregados recientemente por la Consejería de Industria, Comercio y Empleo en su ya XVII edición.
Actividades de lo más variado, que también son esa luz de las calles. Un quehacer en el que se afanan y en el que se empeñan día a día, pasando incluso de generación a generación unos negocios en los que, defienden, el «trato personalizado», llamando incluso a los «clientes por su nombre», es una de sus claves y la herramienta para competir en un mercado en el que la compra on-line gana terreno, sin olvidar a las grandes superficies.
«Es la única manera de competir». Lo tiene claro Elier Ballesteros, al frente de Embutidos Ballesteros, la empresa que fundaron sus padres en 1994 en Toro (Zamora) y que cuarenta años después cuenta con más de diez comercios por Castilla y León -con varias tiendas también en Salamanca y Valladolid. además de en su Zamora de origen- y el proyecto en mente incluso de que su nombre luzca en su propio escaparate en París. Sin perder las raíces y esa apuesta por «la mejor calidad y servicio en todos nuestros productos» ha sido la merecedora del Premio al Mejor Comercio Tradicional de Castilla y León.
«Como un Oscar para un actor»
«Aire fresco en esta época tan complicada», valora Elier Ballesteros, quien destaca la «ilusión» que supone un «reconfortante reconocimiento». «Como los Oscar para un actor», recalca con la satisfacción de que ese legado que le dejaron sus padres no sólo pervive, sino que crece física y también virtualmente, pues también hace tiempo que se lanzaron a la red para navegar en el mundo de la venta on-line desde la que servir sus productos cárnicos tradicionales.
Chorizo, lomo, jamón, cecina, queso, legumbres, casquería o sus 'delicias Ballesteros' de morcón, lomito, lengua o torrezno componen su variada oferta de productos, «muchos de elaboración propia», para la que desde 2008 cuenta con una nueva fábrica con más de 3.500 metros cuadrados en la que con «cuidado y mimo» para lograr «sabores únicos», se esmeran desde la salazón, al lento curado de jamones y paletas o el preciso corte de sus adobados.
Además, sin perder esa esencia por lo tradicional en la que la materia prima es irrenunciable, en esta empresa familiar también se han sabido expandir y «adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos», pues de ellos el jurado -integrado por personas de reconocido prestigio- también ha destacado el «esfuerzo de modernización». Eso sí, con un énfasis especial por la fidelización del cliente.
Reconocimientos a establecimientos a los que contemplan varias generaciones y otros más 'nuevos' que confían en que sus hijos sigan el legado. El mismo año nacían su negocio y su hija, recuerda Raúl Calvo, al frente de 'Diablo Cojuelo Espacio Gastronómico', premio en la provincia de Segovia. Con casi once años de existencia, su gerente reconoce el «gran orgullo» de haber recibido un galardón entre establecimientos que incluso superan el siglo de actividad.
El concepto «muy innovador» de la iniciativa le ha valido el reconocimiento por su «originalidad» al mezclar tras su «apetecible» escaparate un espacio de imagen moderna la venta de gourmet y degustación bajo el «novedoso y pionero» concepto de «almacén a la venta». Además, destaca Raúl, con una idea que tiene «clarísimo»: los productos segovianos y de Castilla y León como sostén en sus «más de mil referencias».
Y con marca propia, otro de los valores que ha destacado el jurado para la concesión de un premio que supone «mucha alegría y vitalidad, que también nos hace falta». A través de colaboraciones con artesanos próximos cuentan con sus vinos, dulces, quesos, legumbres... La «calidad» como sello y también «nos reconforta» que así están «contribuyendo a que la gente se quede en los pueblos».
«Alma a la ciudad»
Es, apunta Raúl, su «pequeño granito de arena» para que los artesanos de la Segovia rural vendan «en toda Europa». Porque bien a través de las compras directas en este espacio en la céntrica y turística calle Real o a través de la página web -otro de los valores reconocidos en el premio- llegan a numerosos países. Con la «pena», eso sí, lamenta Raúl, que las exportaciones a Estados Unidoschocan con la imposibilidad de pasar la frontera en la maleta y los aranceles. «Dando vida y alma a la ciudad», «siendo casi amigos de cada uno de tus clientes», una clave «para fidelizar» y que «no nos vea sólo como un negocio», destaca Raúl de esa clave y esencia del comercios tradicionales.
Espacios que pueden lucir con orgullo ser «la librería más antigua de España y la quinta más antigua de Europa». A 1850 se remonta su fundación, por parte de Santiago Rodríguez Alonso. Hoy, Librería Hijos de Santiago Rodríguez es todo un emblema en la vida cultural, social y comercial de Burgos. Premio al «mejor» en esta provincia.
Reconocimiento a esa ya sexta generación al frente de un negocio que aúna tradición y antigüedad y haber sabido actualizar su imagen, así como su participación a la vida cultural de la ciudad. Y la quinta generación es la que mantiene a flote El Triunfo Velayos, esa empresa dedicada desde siempre al mundo de los sombreros y ropa de trabajo que nació de la mano de sastre y «ha sabido modernizarse conservando la riqueza de la artesanía de su producto», valoraba el jurado para hacer merecedor a este nombre del premio en la provincia de Palencia.
Y cuatro generaciones han pasado ya frente al mostrador de Armería Castro, donde su «buen hacer y exquisito trato al cliente» han merecido el reconocimiento en la provincia de León a este comercio que, sabiendo apostar por la modernización, ha conservado la esencia del comercio tradicional. Ampliación y diversificación del negocio, otras de sus claves. Lamagrande Béjar es el nombre del comercio tradicional reconocido en Salamanca. Una ferretería que ha ido ampliando su oferta, atenta a las demandas del mercado e incorporando las nuevas tecnologías, pero sin perder labores tan tradicionales como el afilado.
Más joven es LittleCocoBaby-El Mundo de tu bebé, premio al mejor establecimiento comercial de Ávila. Con diez años de vida, la innovación es una de sus señas de identidad, con la calidad como emblema y la relación de confianza con sus clientes, como valor. Además, un establecimiento que se mueve por las redes y «comprometido con la formación de los comerciantes y la educación de los padres».
Un cuarto de siglo ha cumplido ya Teyma, el comercio de textil, decoración del hogar y equipamiento para colectividades al que el jurado ha distinguido en Soria, valorando su «esfuerzo y crecimiento», así como la mejora de su imagen e innovación, con los clientes como guía, pensando especialmente en las mujeres mayores, germen de la actividad. Cantalapiedra-Porcelanosa, el distinguido en Valladolid por su reforma integral y compromiso con la ecología.
85.000 empleos
Unos premios para «poner en valor ese esfuerzo» que llevan a cabo día a día al levantar la persiana y al cerrar la caja a última hora. Un sector, además, que juega un «papel tan importante» desde el punto de vista económico, pues aporta el ocho por ciento del PIB, destaca la consejera de Industria, Comercio y Turismo, Leticia García. Pero no solo.
También da empleo: más de 85.000. A la par que aporta a la «cohesión», fija población o soporta la esencial red de abastecimiento en una comunidad tan extensa como Castilla y León. Y las claves para su supervivencia, García apunta tres: el «esfuerzo» del propio comercio por adaptarse a los cambios y demandas del mercado; el «apoyo» de los clientes y el de las administraciones públicas. En el caso de la Junta de Castilla y León, precisamente destaca la recientemente aprobada Estrategia de Comercio Minorista y Rural para el horizonte 2024-2027 y dotada con más de 122 millones de euros.
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