Rossío, un popular nombre que denomina en Portugal infinidad de espacios urbanos, parajes y establecimientos de toda índole
El topónimo, originariamente de carácter rústico, designaba en cada pueblo portugués un terreno público del extrarradio que acogía mercados ganaderos, ferias, carreras de caballos y juegos de toros
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El hermoso título devocional de la Santísima Virgen del Rocío, sobre cuyo enigmático origen se ha especulado tanto debido a las sugestivas connotaciones teológicas que también atesora el vocablo después de que reemplazara al primitivo nombre de Rocinas en el transcurso ... del Siglo de Oro, es uno de los topónimos más populares de Portugal, donde figura en el nomenclátor callejero de innumerables parajes, pueblos y ciudades de aquel país vecino denominando plazas, avenidas, calles y espacios públicos, aunque originariamente fue un topónimo de carácter rústico.
En estos meses hemos tenido la oportunidad de estudiarlo con amplitud quien suscribe este artículo y el historiador Santiago Padilla (presidente de la hermandad Matriz de Almonte), en la revista «Exvoto» número 13 (2024), editada por la corporación almonteña, en la que hemos puesto de manifiesto la influencia extraordinaria ejercida por el topónimo portugués en el renombramiento del sector de las Rocinas, aledaño a la primitiva ermita, por el de Rocío en el último tercio del siglo XVI, tras la Era de los Descubrimientos.
Constituye un llamativo ejemplo la denominación de la céntrica estación de tren «Lisboa Rossio», aunque en su caso el curiosísimo nombre está tomado de la plaza del Rossio, antigua plaza del Rey Pedro IV. El lugar en el que se celebraban concentraciones ganaderas, ferias, exhibiciones ecuestres y lances de toro. Sobre el término rossio, el filólogo portugués José Pedro Machado afirmó en su «Diccionario etimológico onomástico de la lengua portuguesa» que fue «nombre propio dado a campos o plazas de ciudades en Portugal, en el pasado». Allí, un rossio fue un terreno público de carácter agreste ubicado en la periferia de las poblaciones que, en el caso de la famosísima plaza lisboeta, el área de uso ganadero terminó integrándose en el núcleo urbano de la capital portuguesa sin que ahora quede rastro alguno de su originaria utilidad. Una deriva muy similar a la que adoptaron los prados españoles de Madrid o Sevilla, el Paseo del Prado y el Prado de San Sebastián, por ejemplo, completamente insertos ya en las respectivas tramas urbanas de sendas ciudades.
Con el nombre rossio existieron en Portugal multitud de plazas, aunque la mayor parte han pasado ya al corazón de aquellos pueblos y ciudades, como hemos referido, y han perdido su primitivo nombre de rossio. Además de Lisboa, tuvieron plazas de rossio las ciudades de Viseo, Aveiro, Coímbra, Montemor-o-Velho (Coímbra), Santarém, Portalegre, Évora, Estremoz, Vila Viçosa, Lagos, Braga, Abrantes; Sul do Tejo (segregada de Abrantes), Covilhã, Nisa, Crato, Elvas, Beja, Mangualde, Tomar, Leiria, Alenquer, Pálmela, Vila Nogueira de Azeitâo, Setúbal, Alvito (Beja) y algunas otras más aquí no enumeradas.
Nombre de calles, avenidas y elementos urbanos
Tras perder muchas de aquellas plazas su primitivo nombre, el topónimo portugués continuó perviviendo en otros elementos urbanos: calles, avenidas, carreteras, travesías, parques, alamedas, cruces, iglesias, arbolados, plataneras, pozos, ríos, fuentes, valles, miradores, cuarteles, estaciones de bomberos, etc. Se constatan «ruas do rossio» (calles) en Loulé, Lourinha, Pombal, Sao Joao das Lampas (Sintra), en Vila de Sao Sebastiao en las Azores, o cerca de la frontera con Huelva, en Vila verde de Ficalho (Beja), a diez kilómetros de Rosal de la Frontera, y en la unión de parroquias de Enxara do Obispo, Gradil y Villafranca do Rosario, donde pervive la calle denominada de pozo de rossío.
Son abundantes las referencias a «largos do rossio» (avenidas), por ejemplo, en Almargen do Bop (Sintra), Fornos de Algodres (Guarda), Montelavar (Sintra), Coimbra, o en la aldea de Trajouce de la demarcación de Lisboa. También cerca de la frontera con Huelva, en Alcoutim, un pueblo del Algarve portugués próximo a Sanlúcar de Guadiana, existe otro conocido largo de rossio. Asimismo, existen avenidas con esta misma denominación en pueblos del Alentejo como Reguengos de Monsaraz, o Albufeira del Algarve, en las que hay una avenida del rossio y hasta un mirador con el mismo nombre. Muy inmediata a la frontera portuguesa con Huelva, se constata la existencia de un largo «do rossio do Carmo» en Mértola, donde existe una antiquísima basílica paleocristiana denominada «Rossio do Carmo» (Rocío del Carmen), ubicada en la vía que la conectaba con la ciudad alentejana de Beja, donde también existe una rua do rossio. No cabe duda de que los paradigmas de la basílica paleocristiana «Rossio do Carmo» de Mértola y el santuario del Rocío de Paraguaná (Brasil) ejemplifican el uso del topónimo nombrando también templos, espacios sagrados y devociones piadosas.
Resultan considerables las «travessa do rossio» (cruces) como los existentes en Tremés y Cartaxo (Santarem), Fátima, Sao Bartolomeu do Outeiro de Portel (Évora), Sao Joao das Lampas (Sintra) o Bombarral e Vale Covo (Leiria). A ellas se unen denominaciones de otros muchos elementos urbanos y accidentes geográficos como el río do rossio localizado en Fátima; Fonte do rossio das Hortas en Viana de Alentejo; Chafariz do rossio (fuente) en Lisboa, Viseu, Évora y Olivais. El jardín do rossio que hay en Aveiro, junto a su ría o Montelavar (Sintra); el rossio de la catedral (do rossio da sé) en Braga; el valle do rossio en Santarem; plátano y fuente do rossio de Portoalegre; bairro do rossio en Monforte; Quinta do rossio en Isla de Terceira de las Islas Azores (playa Biscoitos); Rossio das Eiras en Faro; innumerables rotondas, estaciones de trenes como la de Santa Clara en Coimbra o la del centro de Lisboa, en cuya capital también hay una estación de metro con el mismo nombre, un cuartel de bomberos y el histórico «Animatógrafo» próximo a la plaza del rossio de la misma ciudad.
Al margen de elementos urbanos, la palabra rossio ha pasado a nombrar en aquel país, con el paso de los años, almacenes comerciales, negocios de variados ámbitos y establecimientos de toda índole como hoteles, restaurantes, cafeterías o pizzerías que se encuentran próximos a lugares que, en el pasado, mantuvieron cierta relación con algún rossio (plaza).

Rocíos españoles
Existieron plazas del rocío en Galicia (Ames, Santiago, Brión, Tomiño y desembocadura del río Miño, o Coia, en Vigo), donde también hubo cuantiosos «resíos», así como en Salamanca. En Burgos se registró, sin embargo, una «rosto». Precisamente, dentro de la provincia burgalesa tenemos que mencionar a las Salinas del Rossio del Monasterio de las Huelgas y, muy especialmente, la aldea del Rocío de Almonte (Huelva), cuyo pueblo posee una profunda huella portuguesa representada todavía en su propio escudo municipal, en el que figuran representados los cinco escudos azules (escudetos o quinas), que simbolizan a los cinco reyes musulmanes derrotados por el rey Alonso Enríquez en la batalla de los campos de Ourique, actual Bajo Alentejo del antiguo reino del Algarve portugués, en el año 1139. Almonte y Portugal fueron la misma tierra hasta el siglo XIII, pues con el Algarve llegó a formar un mismo territorio bajo la denominación musulmana, cuando todo su término fue reino de Niebla.
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