Investigadores de la Universidad de Jaén prueban los beneficios del AOVE en tratamientos de enfermedad renal
Una emulsión lipídica a base de aceite de oliva virgen extra puede reducir de forma significativa la inflamación en pacientes con enfermedades renales crónicas que reciben tratamiento de hemodiálisis
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Un estudio internacional liderado por la Universidad de Jaén (UJA), en colaboración con el Hospital Clínico de Ijuí y la Universidad Regional del Noroeste del Estado de Río Grande do Sul (UNIJUI), en Brasil, ha demostrado que una emulsión lipídica a base de aceite de oliva virgen extra puede reducir de forma significativa la inflamación en pacientes con enfermedades renales crónicas que reciben tratamiento de hemodiálisis.
Este hallazgo, publicado recientemente en la revista científica Journal of Functional Foods, supone un paso importante en la búsqueda de terapias complementarias que ayuden a mejorar la calidad de vida de los pacientes renales.
Según los investigadores, la inflamación crónica es uno de los principales problemas a los que se enfrentan estas personas. «Este hallazgo es de gran relevancia si consideramos que la inflamación crónica es una característica común en estos pacientes, originada por la enfermedad que padecen, pero agravada por la propia intervención de la hemodiálisis, lo que repercute de forma negativa», explica el catedrático de Inmunología de la UJA y uno de los autores del estudio, José Juan Gaforio.
El ensayo clínico se llevó a cabo con pacientes del Hospital Clínico de Ijuí, que fueron divididos en tres grupos. El primero actuó como grupo de control, sin recibir la emulsión, mientras que los otros dos recibieron dosis diferentes (0.25 g/kg y 0.50 g/kg de peso corporal) de la emulsión de aceite de oliva virgen extra administrada por vía intravenosa durante las sesiones de hemodiálisis.
Los resultados fueron claros: el grupo que recibió 0.25 g/kg de la emulsión presentó una reducción del 51% en los niveles de TNF alfa. Por su parte, el grupo tratado con 0.50 g/kg mostró una disminución del 66% en los niveles de otra sustancia clave en los procesos inflamatorios.
José Juan Gaforio destaca que este tipo de emulsión, gracias a su contenido en compuestos bioactivos como ácidos grasos, compuestos fenólicos y vitamina E, posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e inmunomoduladoras. El investigador señala que este estudio abre una puerta a nuevas estrategias terapéuticas para modular la respuesta inflamatoria en pacientes con enfermedad renal crónica.
Además, Gaforio subraya que esta investigación podría tener implicaciones más allá de las enfermedades renales y considera que este enfoque puede ser útil también en otras patologías donde la inflamación crónica juega un papel determinante.
«El aceite de oliva siempre se ha valorado como un alimento, pero en este caso lo hacemos como parte de un tratamiento en una enfermedad con alta prevalencia y repercusiones negativas para quienes la padecen», añade el catedrático. «Este estudio proporciona evidencia prometedora sobre el potencial del aceite de oliva virgen extra como aliado en el manejo de la inflamación en pacientes sometidos a hemodiálisis, ofreciendo una opción terapéutica segura y accesible».
Este avance refuerza el creciente interés científico en el uso de productos naturales con efectos beneficiosos para la salud, especialmente en enfermedades de difícil tratamiento. Y en este caso, el aceite de oliva virgen extra, un alimento de la dieta mediterránea, demuestra una vez más su valor, no solo en la prevención, sino también en el tratamiento de enfermedades crónicas.
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