Andalucía
Sin formación ni vigilancia: crece el número de ahogamientos en Andalucía
La Federación de Salvamento y Socorrismo reclama un plan nacional de Dirección General Acuática al estilo de la DGT
El perfil del ahogado: hombre (75%), mayor de 55 años, español, en una zona 'no vigilada'
¿Cuáles son las playas más peligrosas de Andalucía?
En España se ahogaron 471 personas en 2024. Más de uno cada día. En Andalucía, punto crítico de este país en este apartado, 72. Van 28 en lo que va de año tras la muerte de una niña de casi dos ... años en la localidad sevillana de Guillena en la piscina de su domicilio. Hace dos semanas fallecía un adolescente en un hotel en Arcos de la Frontera mientras estaba en convivencia con sus compañeros. Y este lunes un niño de 12 años en una piscina de Mijas. En mayo se han producido hasta 13 decesos por este motivo. Números que son «una barbaridad» en un país, en una Comunidad, donde en teoría casi todos los ciudadanos saben nadar. Son 471 muertos en una estadística que debe invitar a una reflexión y debe incitar a una acción. Además, hay una incomprensible y peligrosa tendencia al alza en decesos en comparación con los últimos años en la región, extrapolables a todo el país: 38 (2021), 56 (2022), 68 (2023) y 72 (2024).
Desde la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo elaboran informes de manera continua ofreciendo estos datos que no se sostienen. Es una cifra que no se sostiene porque, al igual que las dramáticas por accidentes de tráfico, homicidios u enfermedades, han de reducirse por la consecuencia lógica de la evolución.
Por ello demandan un Plan Nacional de Dirección General Acuática, siguiendo los pasos de la DGT (Dirección General de Tráfico), y que estaría orientado en tres direcciones: educación, vigilancia y concienciación.
La natación dentro de la formación escolar
Todos los fallecimientos por ahogamiento son prevenibles, así que con inversión y coordinación se bajarían esos datos mortales. La educación es básica. Incluso se pide incluir la natación dentro de la formación escolar. Esta formación también contiene la prevención de riesgos, la sensibilidad, esa concienciación anteriormente señalada. En el medio acuático no hay una dirección y la ciudadanía no está preparada, en una tierra rodeada de agua. Falta conocimiento en prevención de riesgos, pues las zonas de playas, ríos, pantanos, piscinas privadas, se ven como espacios de ocio sin advertir el riesgo.
El bañista apenas le da importancia a la vigilancia, si existe servicio de socorrismo, tampoco al color de la bandera... y un número importante de decesos se deben a imprudencias. «En el primer informe nos sorprendimos con datos curiosos, pero cuando se repiten cada mes y cada año entiendes que son pautas, que no son casualidades sino causalidad», apunta Jessica Pino, portavoz de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Casi tres de cada cuatro ahogados son hombres (un 70%); la vulnerabilidad se eleva a partir de los 55 años de edad, cuando sube la curva del riesgo; aunque vengan muchos turistas, la gran mayoría son españoles. Y hay un predominio de accidentes en zonas no vigiladas: 27 en este primer cuatrimestre, por 6 en zonas vigiladas. «Hay muchas que no se pueden determinar, pero entre ellas casi siempre es 'no vigilada'».
También las muertes se producen en las horas centrales del día, hay mayores incidencias «y podría haber un socorrista en esa franja». Sin duda que la falta de seguridad está estrechamente vinculada con los datos más negativos, máxime cuando también crecen las cifras de rescates.
Más inversión
Los principales espacios donde se producen los ahogamientos son las playas, donde se reclama una mayor inversión para aumentar los servicios de vigilancia y socorrismo tanto en número de efectivos como en horario. De hecho, desde la Federación mantienen estrecho contacto con algunos ayuntamientos que se interesan por estas estadísticas para implementar medidas de prevención. Le siguen los espacios naturales menos vigilados, como ríos y pantanos, más después las piscinas privadas, «un entorno que parece tranquilo y de confianza».
Andalucía y Canarias son, por extensión, población y territorio marítimo, por su atractivo turístico, las Comunidades donde se producen más ahogamientos. Los números españoles son similares a los de la media Europea, con Francia y Alemania destacando en la prevención y a un nivel más bajo otros países como Italia y Portugal.
La Federación reivindica ese plan nacional, que obliga a una mayor inversión, y lanza un mensaje de concienciación ante lo que se avecina. Los tres meses de verano (julio, agosto y septiembre) son los más peligrosos y hay que extremar la precaución. Acudir a playas con servicio de vigilancia y socorrismo, estar pendiente del color de las banderas (del verde sin incidencias al rojo de peligro extremo), guardar respeto al agua y ser consciente de las limitaciones. Con sólo asumir esos pocos y lógicos conceptos se puede evitar que un maravilloso día de playa acabe en una tragedia.
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