Ábalos asegura que guardaba sus mensajes con Sánchez para escribir sus memorias y apunta a la UCO por la filtración

El exministro de Transportes José Luis Ábalos ha negado que él esté detrás de la filtración de los mensajes de 'WhatsApp' con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desvelados estos días por el diario 'El Mundo', y ha asegurado que los guardaba para escribir sus memorias en un futuro. «He vivido momentos históricos y por eso los he guardado», aclaró el lunes, en conversaciones con 'El Periódico'.

El también ex secretario de Organización del PSOE explicó que estos mensajes con el jefe del Ejecutivo, divididos en varias publicaciones, los guardaba en dos discos duros que tenía en su poder quien fuera su asesor personal en el Ministerio, Koldo García, que da nombre a la trama investigada por los contratos durante la pandemia de Covid-19 y el presunto cobro de mordidas en obras públicas, como denunció el conseguidor Víctor de Aldama.

El exministro apuntó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como origen de la filtración de los mensajes, puesto que esos dos discos duros que albergan la información fueron intervenidos en el registro que la UCO hizo de la vivienda de Koldo. Cuestionado por qué su hombre de confianza los tenía en su poder, Ábalos contestó que «por la mudanza» y que «no sabía lo tenía».

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Sobre el contenido de los discos duros, el exministro señaló que guardan datos de «toda la gestión del Ministerio» y de su etapa como secretario de Organización del PSOE. También otro tipo de información personal desde el año 2016. «Ahí está la vida de mis hijos pequeños, todo el recorrido de sus vidas está ahí, desde que nacieron», aseguró.

Ábalos despejó cualquier responsabilidad en la filtración de esos mensajes porque, según reiteró, no los tiene en su poder, sino que los custodia la UCO. «Entregué mi teléfono y ordenador al Ministerio y lo único que se conserva es lo que está en poder de la Guardia Civil», afirmó a 'El Periódico'.

El exministro dijo estar «harto» de las filtraciones, pero también sorprendido por la «inquietud» que han generado los mensajes filtrados, puesto que, aunque admitió que tienen «interés político», no son incriminatorios ni para él ni para el presidente del Gobierno. «No son incriminatorias hacia nadie, y ni siquiera afectan a la reputación de nadie, pues tienen que ver con el procedimiento ordinario. Otras filtraciones sí han sido incriminatorias y han sido utilizadas a nivel judicial», matizó.