selección española de fútbol
La Liga de Naciones pone a Morata a pensar
El delantero ha suspendido la presentación de un documental propio en el que se aborda la depresión, el divorcio, la paternidad o la fama
Después de fallar el penalti, se plantea no volver a la selección para la clasificación del Mundial 2026
Portugal amansa a la selección

La tensión propia de una tanda de penaltis se acentuó en la parroquia española cuando, en el cuarto lanzamiento, Morata se encaminó hacia el balón en el fondo norte del Allianz en Múnich. Una sensación de escalofrío recorrió muchas espaldas. El controvertido delantero, recién ... salido del banquillo, sin ritmo y con esas dosis de fatalidad que a veces lo acompaña, en un tiro crucial...
Falló Morata, chutó blando y lánguido el penalti, a la derecha del portero Diogo Costa, plasmando desconfianza, ausencia de colmillo y tristeza en la ejecución. Lo contrario de los gladiadores que habían percutido a todo ritmo durante el partido, en especial Nuno Mendes, el portugués mejor futbolista de la final, quien clavó el pelotazo a la escuadra después de 120 minutos de esfuerzo, de haber anotado un gran gol y haber dejado seco a Lamine Yamal.
«No lo he tirado bien, podía haberlo tirado mejor. Y no se puede cambiar. Igual que me tocó levantar la Eurocopa, me toca ahora mismo fastidiarme, irme fastidiado a mi casa y no puedo hacer nada más», lamentó el atacante del Galatasaray.
Hace once meses Morata llevaba la voz cantante en los festejos de la selección, en el Olímpico de Berlín después de recoger el trofeo de la Eurocopa y en la jarana de Cibeles, cuando tarareó junto a Rodri aquello de 'Gibraltar español' que les costó una sanción de la UEFA. Entonces era el capitán que levantó la copa y este domingo fue el futbolista que erró el penalti que decantó la final de la Liga de Naciones para Portugal. Siempre cara o cruz en el deporte, alegría o llanto. Y los compañeros, de jolgorio o en modo consuelo.
Ese estigma de sollozo que persigue al capitán de la selección volvió a aparecer. «No he llorado en el césped. Ganas no me faltaban. Está mi familia, mis hijos en la grada, uno tiene que evolucionar en la vida. Igual que toca ganar, hoy me tocó fallar un penalti. Pasar un momento complicado, pero si algo hacemos en la vida es aprender».
Filosofía positiva. A Morata, señalado inevitablemente para la historia, lo apoyó el grupo de jugadores en el césped. Ayoze, que estuvo en la Euro de Alemania y no en la Liga de Naciones, se acercó a darle un beso. Laporte, titular en la Eurocopa, le hizo una carantoña amistosa. Los dos futbolistas estuvieron invitados, junto a otros internacionales, a acompañar a la selección y a hacer grupo, lo que más le gusta a Luis de la Fuente como elemento de cohesión de los invisibles que están detrás de los éxitos de este plantel.
Los apoyos
Fue el tramo capicúa de Jesús Navas, quien transportó el trofeo al comienzo del partido, y el año pasado era uno más en la recepción del mismo en el estadio de Berlín.
También Luis de la Fuente relativizó el error de Morata en el penalti, que puede traer otras consecuencias. Para el seleccionador, el delantero madrileño es una especie única por su aportación a la convivencia, cohesión global y dotes de liderazgo para enseñar a los jóvenes. Y por sus virtudes en el campo: «Es un jugador que marca diferencias, no estamos hablando de un exjugador», había opinado.
«A veces nadie quiere tirar los penaltis, hay que ponerlo en valor, hay unos jugadores designados y han querido tirarlo -explicó De la Fuente sobre la tanda de penaltis, un proceso que él entrena y tiene sistematizado con su 'staff'-. Morata es un campeón, un referente, lamento especialmente que haya sido él. No pasa nada. Yo le he dicho que lo tirara y el responsable soy yo», lo recompensó el seleccionador.
Pero es casi una constante vital en los ciclos deportivos de Morata, esos vaivenes emocionales que más tienen que ver con la salud mental. En los entresijos del estadio de Múnich el propio jugador volvió a poner un interrogante sobre su continuidad en la selección, como ha hecho cada dos por tres en ruedas de prensa o entrevistas. Podía evitar el tema con respuesta esquiva de manual. No lo hizo.
«Seguro no hay nada en la vida, depende de muchas cosas. Ahora solo pienso en mis compañeros y en lo que ha pasado hoy. Las cosas hay que pensarlas con tranquilidad pero claro que es una posibilidad que no esté en septiembre», declaró.
El Mundial
En septiembre empieza un nuevo periplo para la selección española, la fase de clasificación para el Mundial de México, Canadá y Estados Unidos 2026, en el que se celebrarán los dos primeros encuentros, contra Bulgaria y Turquía.
Y no es la primera vez que Morata expone sus interrogantes sobre continuar o no en la selección. O sobre su situación como deportista proclive al ensañamiento de los demás. «Mis hijos me preguntan por qué en España me odian tanto», dejó como titular en una entrevista en la Ser al comienzo de la pasada Eurocopa.
No se había disputado el primer choque contra Croacia, y el delantero, entonces en el Atlético, ya había encendido una mecha. Después del verano, el jugador reconoció en la Cope haber atravesado un periodo de depresión cuando jugaba en el equipo de Simeone, del que pudo reponerse, según dijo gracias a la ayuda de Iniesta y Bojan, que habían pasado por una enfermedad similar.
Morata es el cuarto máximo goleador en la historia de la selección por detrás de Villa, Raúl y Torres. Solo está a un gol del símbolo del Atlético. Y es el quinto jugador en la historia mundial que más dinero ha generado en traspasos (208 millones). Lo superan Neymar (400), Lukaku (370), Cristiano (247) y Dembelé (220).
Al margen de los parabienes de Luis de la Fuente, en la Federación hablan maravillas del futbolista, de su generosidad con los trabajadores, de la atmósfera optimista que genera, de la labor invisible en las concentraciones por hacer grupo, de la ayuda que ha prestado a determinados empleados en su afán por solventar problemas personales o laborales. Faltan por arreglar sus interrogantes, de nuevo sobre la mesa en la selección española. Un clásico.
De momento, hoy se ha suspendido la presentación del documental 'Morata, no saben quién soy', un relato producido por Movistar + en el que no se habla sobre las luces y los éxitos del delantero español, sino sobre todo de las sombras del mundo del deporte que, en muchas ocasiones, no se ven. La depresión, el divorcio, la familia o la fama.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete