CONTRAGOLPE
Ya es oficial: el Real Madrid no debería haber jugado contra el Arsenal
«El doble toque de Julián Álvarez, caso de que existiera, fue accidental, no intencionado, por lo que el penalti debería en el peor de los casos haberse repetido»
El polémico penalti obliga a la IFAB a hacer una aclaración de la norma
El Real Madrid no debería haber jugado la eliminatoria contra el Arsenal, sino el Atleti. La insólita anulación del penalti marcado por Julián Álvarez lo impidió. La IFAB (International Football Association Board), encargada de definir las reglas del fútbol a nivel mundial, ha aclarado mediante ... circular del pasado 2 de junio que la regla que se aplicó en el lanzamiento de Julián «es para situaciones en las que el lanzador toca deliberadamente». La Araña se resbaló y supuestamente rozó el balón con ambos pies, lo que llevó al colegiado, previo aviso meteórico del VAR, a anular el penalti.
La IFAB denuncia la injusticia de la decisión arbitral, que contradice el espíritu de la norma en sí. El doble toque de Julián Álvarez, caso de que existiera (no está probado, y por más que se repase la acción una y mil veces, es muy difícil de apreciar) fue accidental, no intencionado, por lo que el penalti debería en el peor de los casos haberse repetido. O golazo o repetición, nunca anulación.
No será quien esto escribe quien critique las decisiones que tenga a bien tomar la Unión Internacional de Peñas, pero el partido no se va a repetir (como tampoco la última final europea perdida por los rojiblancos a los penaltis a los que nunca se debió llegar, ya que un equipo marcó un gol legal y otro ilegal, en fuera de juego).
El comportamiento de algunos jugadores merengues (aunque apenas se haya hablado de ello; imaginemos los ríos de tinta que se hubieran vertido de haber sucedido al contrario) fue de nota. Se permitieron despedirse de la afición del Nuevo Metropolitano mofándose, haciendo cortes de mangas, llevándose las manos a los genitales o amenazando al respetable con cortarle el cuello.
Para algunos, todo futbolista que se precie sueña con jugar en el Real Madrid, y los que no lo consiguen son unos frustrados. No entienden que ídolos madridistas, como Míchel o Raúl, soñaran de niños con vestir la rojiblanca (uno llegó a hacerlo). Otros (Tote y Daniel García Lara), que jugaron en el equipo merengue, profesaban la religión atlética, a la que volvieron una vez retirados. Y el baloncestista Jorge Garbajosa fue siempre forofo del Atleti, en el que no pudo jugar, al no tener el club la sección correspondiente.
No sería de extrañar que todos ellos aplaudieran la decisión de la IFAB.
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